11 NOVIEMBRE 2014

© 2008 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2008
Localizacion
Valle de la Muerte (Estados Unidos)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 400
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
CLORURO/SELENIO
Tamaño
27,7 x 18 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Copias disponibles
2
Año de copiado
2011
Fecha de diario
2014-11-11
Referencia
5586

DIGRESIÓN SEIS: Agosto (2013). Dirigida por John Wells. Escrita por Tracy Letts (obra teatral y guion cinematográfico). Los primeros momentos de la película son sencillamente soberbios, de lo mejor que hay en ella, con un Sam Shepard, concentrado en su whisky (no es nada fácil beber con convicción ante una cámara y transmitir que en ese trago te va la vida) que monologa desalentado, con sabia y brillante intensidad. Cita a T.S. Eliot: «La vida es muy larga» dice en plena noche, en la suya, en la que se ha adentrado para no volver. A partir de ese momento se despliega la historia de una familia de clase media americana, de textura auténtica y dramática, con la noble y desgarradora ansia de ser, de ir más allá del mero estar. Lo mejor: los registros interpretativos de todos los personajes, del primero al último. Especialmente las mujeres de la familia. Todas ellas están geniales, sobre todo Meryl Streep; pero, cuidado, es más obra de escenario que de pantalla, y eso se nota a lo largo de toda la película. En la coctelera Letts vierte sustancias de alta graduación y complejidad psicológica, cierta fatalidad incontrolable, adicciones y enfermedades graves; también algunas gotitas de imbecilidad de algún que otro personaje, fracasos diversos, y mala leche a todas horas. Toda esa explosiva combinación sucede en un apartado paisaje de las llanuras del sur de Estados Unidos. La fatalidad, la muerte, la enfermedad, la desesperanza, la futilidad, las mentiras, la oscuridad de las vidas malogradas y la furia desatada, también esa, como único consuelo al drama de vivir, acuden a la representación puntualmente. Nada que oponer, nada que cuestionar, todo está irreprochablemente articulado, demasiado, tal vez; salvo que cuando terminó miré en torno mío y no, no estaba en el teatro como creía, estaba en mi casa, frente al televisor. No obstante, aunque teatral, mejor en cine, porque así no me he perdido los magníficos paisajes sureños y las largas y onduladas carreteras de Oklahoma. Y recuerdo, felizmente, que no hace demasiado tiempo nosotros, Naty y yo, también atravesamos Oklahoma por carreteras parecidas (dos veces) ¡¡¡qué maravilloso e intenso puede ser el pasado en ocasiones!!!    

Pepe Fuentes ·