DE DECÁLOGOS (o más bien dodecálogos): En este caso de un escritor. Muchos y famosos los han elaborado: Horacio Quiroga, Friedrich Nietzsche, Kurt Vonnegut, Juan Carlos Onetti, Ernest Hemingway, Jorge Luis Borges, pero a mí, el que más me gusta, es el de Augusto Monterroso. Por eso, voy a elaborar el mío siguiendo la estela de Monterroso, pero no de escritor, que no lo soy, sino de fotógrafo (que tampoco), pero cuando pienso en lo «mío» siempre lo hago en clave fotográfica, aunque solo sea porque transportar el equipo es más esforzado y exigente, o sea, que me gano el «ser» con trabajo sudoroso y extenuante. Consolador, al menos. Aunque, verdaderamente, lo que me es más propio, lo que más me llena, es ser lector. Incomparablemente más descansado. Eso sí, este decálogo que al final me ha salido un poco más largo de sus limites naturales, no lo es en la medida que no aspira a establecer principios sobre la fotografía, sino que se trata de una mezcla de criterios ontológicos con opciones personales. Sigo.
Augusto Monterroso, decálogo del escritor:
Primero: «Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre».
pepe fuentes, decálogo fotográfico (solo de uso personal):
Primero: No hay por qué fotografiar siempre, tampoco cargar con la cámara a todas horas. No hay tanto por hacer en fotografía. El momento decisivo es solo un tic nervioso para fotógrafos encantados de haberse conocido.
12 NOVIEMBRE 2014
© 2007 pepe fuentes