5 FEBRERO 2015

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 3200
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2015-02-05
Referencia
3873

DIGRESIÓN TRES: Aforismosde Jor­ge Wa­gens­berg (Babelia):
«
Conversar es escuchar antes de hablar: qué fácil, qué difícil»…
«
Conversar no es esperar turno para continuar con lo que se estaba diciendo»…
«El gozo intelectual por la conversación se produce cuando un punto de llegada no coincide del todo con el anterior punto de salida».
No sé conversar: nadie me ha enseñado, luego solo llego a algunas conclusiones a partir de la experiencia, y por eso soy un desastre en eso. No obstante, muestro algunas aptitudes, por ejemplo, la primera de Wa­gens­berg: para empezar, procuro escuchar atentamente, pero solo lo consigo en el breve espacio de tiempo en el que me interesa lo que me dicen, cuando letra y música me aburren me desentiendo y procuro colocar «mi libro» y si noto que no me prestan atención, pues también me desentiendo. Inevitablemente. No tengo paciencia, ya. También intento poner en práctica un reparto de tiempos de intervención, en aras de un imprescindible y equitativo equilibrio: me resultan sumamente molestas las personas que abusan de sus «tiempos» (de esos hay muchos, la mayoría son así, y da igual que tengan algo de interés que decir o no), a esos también procuro evitarlos. En consecuencia, mis conversaciones con las gentes suelen ser breves (tendré que comprarme un perro para así poder hablar con él todo lo que me dé la gana, sin incómodas e irritantes réplicas, hasta que se canse y huya de mí con el rabo entre las patas). Y así, paso a paso, defecto a defecto, fallo a fallo, me quedo sin nadie con quien gozar del «placer intelectual de la conversación», que dice Wa­gens­berg. Luego, si no puedo practicar ese excelso arte, al modo de Oscar Wilde, por ejemplo, no podré aprender. Un jodido desastre y una lamentable pérdida de placer y sabiduría, tan frecuente en la vida.     

Pepe Fuentes ·