26 MAYO 2018

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL-
Fecha de diario
2018-05-26
Referencia
8496

OCHO DE MAYO, UN DÍA ACIAGO. Capítulo VI. Comencé a perder el control de la situación e intenté convencer a esos hombres de que solo pretendía recordar in situ mi pasado, pero lo hice como un pobre e indigno pringado. Les ofrecí reparar la ventana (lo cierto es que, qué menos podía hacer), o pagarles los daños, y les aseguré que jamás volvería por allí y cosas así; todo en un tono tembloroso. A medida que me humillaba, ellos se crecían y se mostraban dominantes, incrédulos y despectivos. Para ellos, solo era un malhechor o un simple roba gallinas con premeditación, alevosía y escalo. Un pobre y lunático desgraciado que además les estaba engañando. Podían decidir joderme o perdonarme el agravio pero, por lo pronto, apenas me dirigían la palabra y me miraban desde la altura de su autoridad moral de haber sido injustamente agredidos. Me sentía tan vulnerable como podía sentirme de niño, frente a la casa, disparando mi escopeta de aire comprimido con la que me entretenía mucho en el Cerro, jugando a cazar algo que nunca conseguía, claro. El que aparentaba más edad, y que llevaba el mando de las operaciones, inició una especie de negociación conmigo que consistía en que tendría que hacer todo lo que él dijera a cambio de no llamar a la Guardia Civil…

Pepe Fuentes ·