DIGRESIÓN TRES. Soldados de Salamina. Javier Cercas (2001) Ebook: Penguin Random House (2015). A propósito de la novela, dice el propio Cercas: “Pero en la vida, ya se sabe, no hay nada definitivo, salvo lo que no es vida; también se sabe que de los fracasos suele aprenderse mucho más que de los éxitos (…) La novedad de ésta, si existe, es formal, porque la novela es forma y por tanto no existen temas agotados, sino formas agotadas de abordarlos…”. Otra obra de Cercas leída con avidez, tardíamente (enseguida empezaré otra, y así hasta que acabe con todas). Cercas dice, si no recuerdo mal, que sus obras no son novelas sino relatos sustentados sobre hechos reales, más o menos constatables, que vivieron sus personajes; aunque sobre todo y especialmente son novelas, porque se leen como novelas. Se documenta durante largo tiempo, exhaustivamente (cuanto más sabe sobre lo que escribe más variantes maneja). En este caso, convierte un hecho más, de los miles que pueden suceder en una guerra, en un relato fascinante, pleno de intriga, aventura y misterio. Nunca sabes a ciencia cierta lo que es “real” o lo que es ficción y ese es su inimitable mérito e interés. Y su personalísimo estilo, si es que se puede hablar de esa inaprensible seña de identidad. Como en todas sus obras, la líneas de interpretación de las vidas que despliega pueden seguir y bifurcarse en muchos puntos. Como dice en otro momento: “…Todo lo demás es cosa del lector, que es quien a su manera completa la obra dotándola de un sentido final, un sentido nuevo y distinto en cada caso: por eso hay tantas interpretaciones de una obra como lectores de esa obra; por eso, en cierto sentido, cada lector crea su propia obra”. Es una suerte que Cercas nos aboque a nuestra propia recreación. El desarrollo argumental se articula en tres partes y un lúcido apéndice (más o menos): la primera y segunda, con los antecedentes biográficos de Sánchez Mazas y sus avatares bélicos (que casi no existieron a pesar de la feroz batalla que se desarrollaba a su alrededor, con intervención internacional incluida), y la tercera, la más literaria, de poético título: Cita en Stockton, en la que desarrolla la creación de un personaje, anunciado desde el principio y que el lector espera ávidamente (yo al menos) y que es de una riqueza épica y literaria emocionante. Vibrante. Dice Cercas a propósito de él: “De todos los personajes que he creado -reales o ficticios-, Miralles es obviamente el que prefiero. Digo obviamente porque, aunque desde Soldados de Salamina (o desde el primer libro que escribí) quizá no hecho otra cosa que reflexionar sobre la naturaleza enigmática del heroísmo, Miralles es el único héroe puro que he creado, el único que es un héroe en el mismo sentido en que lo eran los héroes de Homero”. Por último, en la edición de dos mil quince (la que he leído) incluye un análisis de la obra (paradójico premio por leer tarde la novela), en la que desarrolla una lúcida e imprescindible reflexión sobre la creación. Ni qué decir tiene que esta obra me ha encantado.
6 SEPTIEMBRE 2018
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