13 SEPTIEMBRE 2018

© 1992 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1992
Localizacion
Naty, (Almería, España)
Soporte de imagen
-120 MM- TMX 100
Fecha de diario
2018-09-13
Referencia
3508

DIGRESIÓN CINCO. El luminoso regalo, de Manuel Vilas (2013). Ebook. Penguin Random House (2014). No tenía previsto leer este libro pero lo he hecho de un modo un tanto azaroso. Manuel Vilas, desde la lectura de Ordesa, es un autor de referencia para mí (ahora estoy leyendo Aire nuestro, con el que me estoy divirtiendo muchísimo). Sin embargo, El luminoso regalo, es un libro serio, mucho. Vilas cuenta una historia transcendente, desesperada, o más bien desgarradora, en la que habla de la imposibilidad de amar, amando, y más allá, deseando. En todo momento planea sobre sus personajes una gran pregunta: ¿Es posible llegar a la plenitud amorosa, al ejercicio exaltado de la consecución del deseo, eludiendo la culpa? O, visto desde otro lado: ¿Dónde empieza y termina el amor, si ese amor, además, está constituido por una pasión sexual arrebatadora? O, ¿Existe el amor más allá del sexo, o viceversa? O, ¿Merece la pena la vida sin pasión sexual, o sin amor? O, ¿Sin ambas cosas? Todas esas agónicas preguntas están contenidas en esta obra carnalmente volcánica. Y la culpa, también esa aciaga pesadumbre. Y la imposibilidad de la plenitud del deseo sin sombras. Vilas plantea lo que ya dice Georges Bataille en una de las citas que incorpora: “La pasión nos adentra en el sufrimiento”. Es una historia sin concesiones, brutal y sincera, que nos remite al deseo sin tramposas coartadas morales y, a partir de esa premisa, que cada uno se responda a sus cobardes e insoportables incertidumbres. Una vez más, Vilas está magistral en esta obra porque nos enfrenta a nuestros deseos, pasiones y fantasmas sexuales sin concesiones, sin higiénicos y terapéuticos arreglos. “Cómo se sabe si se ama de verdad a alguien. La prueba está en la imposibilidad de vivir sin ese alguien, parece la única prueba posible, pero aun así es una prueba relativa, pues contiene partículas tóxicas, partículas culturales y sociales. Es imposible en nuestra sociedad saber si amas a alguien. Tal vez en otra sociedad eso sea posible. En la nuestra no. Los condicionantes sociales y culturales impiden un veredicto seguro. De modo que el amor es contexto, circunstancia y voluntad”. Manuel Vilas

Pepe Fuentes ·