18 OCTUBRE 2018

UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (18) … lunes, seis de agosto. Nada más levantarnos viajamos al Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, a más de una hora de distancia. Llegamos a una gran explanada que ya estaba ocupada por una multitud de visitantes. A partir de ahí tocaba hacer varias colas sucesivas para acceder a unos autobuses que llevaban al interior del parque, siempre cuesta arriba. Desde donde nos dejó el autobús se accedía a un ascensor que subía varios cientos de metros, a gran velocidad. Al llegar al punto más alto comenzó una gran tormenta que descargaba truenos y agua a raudales. Estuvimos paralizados y a cubierto casi una hora más. Nuestra guía, la pajarita, que estaba atenta a todas nuestras necesidades, nos compró dos ponchos para protegernos de la lluvia lo que nos permitió seguir el recorrido. Bordeamos algunas montañas, a través de un estrecho pasillo de madera colgado de las paredes verticales. Precipicios abismales bajo nuestros pies. Nunca habíamos visto paisajes parecidos. Después de varios miradores y cortados vertiginosos paramos a comer en un restaurante abarrotado de turistas nacionales. La comida fue bastante mala: un bol de arroz pasado, un caldo desvaído donde nadaban tristes trozos de pollo y patas de gallina, una carne desconocida infame y otro guiso de carne con verdura. Comimos mal. Enseguida volvimos a continuar con la visita…