UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (29) … Comimos estupendamente a base de arroz y carne a la parrilla, cocinada frente a nosotros. En el restaurante había dos grupos familiares, ambos españoles (bueno, uno era catalán), con niñas adolescentes chinas pero españolas (adoptadas y muy guapas). Las chinitas llamaban a sus mayores papa y mamá y hablaban en un perfecto español y catalán, sin ningún acento. Seguramente, chino no sabían. Esa curiosa circunstancia también nos la encontramos en Pekín, con un tipo de mediana edad y un poquito cojo, holandés, que siempre coincidía con Naty en la zona de fumadores y que le contó que había ido a China para que sus dos hijos adoptados conocieran la ciudad donde nacieron (eran de origen chino, claro), pero, los críos, adolescentes, habían ido de mala gana porque lo que realmente querían era ir de vacaciones a España. Yo no sabría cómo situarme en el caso de ser adoptado por gentes lejanas. Seguramente, como los adoptados holandeses, no querría saber nada de donde hubiera nacido; o sí, no lo sé, porque yo no consigo entenderme…
7 NOVIEMBRE 2018
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