UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (30) … Por la tarde fuimos al barrio francés, muy coqueto, con una arquitectura de edificios bajos (tres alturas) de ladrillo. Todos los establecimientos eran de diseño (tiendas de ropa, bares y restaurantes). También visitamos el museo de la Casa Antigua (principio de siglo XX) que no era sino una casa de una anónima clase media alta; quedaba claro que costumbres, decoración y mecánica doméstica, se parecían mucho a las que podría llevar una familia de la misma clase en occidente. Paquito el Muertito, pareció animarse un poco porque le preguntábamos con interés sobre la historia de la ciudad y los orígenes del partido comunista chino, que, al parecer se había fundado allí. Eran temas que a él le gustaban y a nosotros también. Un pequeño atisbo de posible comunicación se dio durante un ratito, hasta que él cayó en su aburrido ensimismamiento, y nosotros también. Después, subimos a una de las torres del complejo financiero de casi quinientos metros de altura. Las vistas eran impresionantes (nuestras sensaciones más intensas en China eran casi siempre verticales, de arriba abajo), el único problema es que en esa torre no pudimos fotografiar bien porque los cristales de protección de la sala mirador reflejaban todo tipo de luces parásitas (podían haber instalado cristales antirreflejantes, en beneficio de los sufridos turistas). La visita a Shanghái estaba resultando aparentemente espectacular pero decepcionante por estereotipada y previsible, ya que se desarrolló en un plano general, sin la menor proximidad hacia nada ni nadie especialmente interesante. Es el problema de recurrir a los tutelajes, por flojera y apego al confort: que no ves lo que más te gustaría, sino lo que deciden otros rutinariamente. Desde las colosales torres regresamos al hotel. Nos despedimos de Paquito el Muertito y volvimos a salir inmediatamente para intentar fotografiar desde el río dado que solo estábamos a un kilómetro, como mucho. Cuando llegamos, apenas si quedaba un brevísimo reflejo de luz. Por la noche, cenamos en el mismo bar del día anterior. Se estaba bien en ese bar que, curiosamente, tanto se parecía a un bar americano con música en directo…
8 NOVIEMBRE 2018
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