UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (40)… Comimos en el hotel y, por la tarde, tomamos un autobús que nos llevó al centro de Hong Kong. Nos impresionó mucho el intenso movimiento de gente. Centros comerciales y lujosas tiendas de primeras marcas internacionales se sucedían por doquier. Fotografiamos un poco (de esas tomas no he salvado ninguna). A las seis y media nos sentíamos muy cansados. Volvimos al hotel. Tomamos una cerveza (Naty) y un cóctel (yo). Después, una cena ligera y nos retiramos. A las nueve estábamos en la cama. “De viaje estamos bien porque, aparte de alguna malandanza, un terremoto o un desastre aéreo, verdaderamente no puede sucedernos nada: no ponemos en juego nuestra vida”. Claudio Magris
18 NOVIEMBRE 2018
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