2 DICIEMBRE 2018

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Toledo, (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Fecha de diario
2018-12-02
Referencia
8821

DIGRESIÓN DOS. 1Q84Libro 3. Haruki Murakami (2009). Traducción: Gabriel Álvarez Martínez (2011). Tusquets Editores. E-book (2012). Para morirse de risa: al día siguiente de haber terminado muy fatigado los dos primeros libros, después de tantísimas horas empleadas, me di una vuelta por la aplicación de Apple Books (donde adquiero y almaceno los libros que consumo desde que las ediciones en papel me resultan tan engorrosas) para consultar algo sobre Murakami y, de pronto, me encuentro con el volumen tres de esa obra. Asustado, no me lo creía; por un lado, porque ya que hacía tiempo que se había editado y, por otro, porque estaba saciado de 1Q84, a pesar de que me sintiera insatisfecho por el final de los dos primeros libros. Me reí un rato a costa de mi proverbial torpeza. El caso es que no me lo pensé dos veces y me adentré otra vez por el mundo paralelo a 1984, por las tribulaciones de Tengo y Aomame, a los que se unía como titular de capítulos el investigador Ushikawa, personaje interesante por sus perspicaces reflexiones y su extravagante y repulsiva imagen. Sólo me interesó la primera parte de esta tercera e innecesaria entrega, y no porque lo que cuenta no añada un desenlace necesario sino porque las más de 1400 páginas de los tres libros podían quedarse en la mitad o menos. Cada autor es muy libre de dar a sus obras la extensión que le de la real gana, faltaría más, pero las reiteraciones son imperdonables y en ésta, tan prolija, son muchas y hacen que la lectura se convierta en un descomunal esfuerzo. Y no es solo eso lo malo, sino que he terminado sin enterarme bien de cómo funcionaba la Little People, y mucho menos la mother y la daugther o la crisálida de aire, después de que el narrador lo explique una y otra vez. Para colmo del despropósito, el capítulo final es una empalagosa muestra de romanticismo feliz que detesto. Después de haber disfrutado tanto con otras obras, ésta me ha resultado absolutamente prescindible; no añade nada al mundo Murakami.

Pepe Fuentes ·