4 DICIEMBRE 2018

© 1986 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1986
Localizacion
Almería (España)
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
SELENIO
Tamaño
12,5 x 18,5 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Copias disponibles
1
Año de copiado
1986
Fecha de diario
2018-12-04
Referencia
5359

DIGRESIÓN CUATRO. Días sin final, Sebastian Barry (2016) Ebook Alianza editorial. (2018). Barry era completamente desconocido para mí. Me ha llegado a través de una recomendación de Use Lahoz, crítico de literatura extranjera del programa El ojo crítico, del que me fío. A partir de ahí, investigué un poco y me enteré de que es un autor irlandés, prolífico, con bastante teatro, poesía y nueve novelas de las que en España solo se han publicado tres o cuatro. Me decidí a probar con la última editada. Siempre he pensado y experimentado (no soy el único) que las primeras líneas de un relato o novela son las que deciden si la lees o la abandonas. En este caso no lo dudé, el relato comienza así: “La forma de preparar un cadáver en Misuri se llevaba la palma, desde luego”. Thomas McNulty y John Cole, son dos adolescentes cuando se conocen y están solos y abandonados a su suerte en el lejano oeste, a mediados del siglo XIX (todavía no había comenzado la guerra de secesión). Deciden afrontar la vida juntos. A partir de esa magnífica y prometedora premisa, comienza su aventura que pasa por todo tipo de avatares, desde un travestismo de supervivencia en salones de pequeños pueblos del oeste americano, a las más descarnadas, crueles y excesivas batallas contra indios Siux Oglalas y su jefe, Atrapó Su Caballo Primero, y contra los confederados en la guerra de Secesión. Thomas y John se ayudan, se aman, nunca se separan y juntos pueden con todo. Barry apenas se detiene en el hecho del amor homosexual, lo trata como un hecho natural y eso es de agradecer, sin que las gentes que rodean a ambos se hagan eco de su historia amorosa y mucho menos se escandalicen o se burlen. Fantasía compasiva hacia el género humano, completamente irreal, me parece. En la historia hay épica, solidaridad, generosidad, amistad; pero también crueldad sin límites. Tensión de principio a fin. Y también sutileza y una prosa plena de textura y matices. Dura, seca, y al mismo tiempo exuberante. No alcanza el barroquismo épico de Cormac McCarthy, pero es igualmente absorbente. Por si fuera poco, mantiene una línea reflexiva y sentenciosa sobre la vida, la muerte y el paso del tiempo: “Puede que la memoria de un hombre no retenga con claridad más de cien días, aunque él haya vivido miles. No se puede hacer mucho al respecto. Tenemos nuestra provisión de días y los gastamos como borrachos negligentes”, o: “Uno tiene su tiempo. Todos esos momentos de la vida cotidiana a los que escupimos a veces como si fueran tiempos desperdiciados. Pero es todo lo que tenemos y es suficiente”. Sí, me gustan mucho los relatos que desgranan en su recorrido perlas de sabiduría y experiencia. Sin duda, Barry, pasa a ser uno de mis demasiados (no puedo atender a tantos) escritores de cabecera.

Pepe Fuentes ·