DIGRESIÓN CINCO. Todos lo saben. España, 2018. Guion y dirección: Asghar Farhadi. Canciones: Javier Limón y Nella Rojas. Intérpretes: Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Bárbara Lennie, Elvira Mínguez, Ramón Barea, Inma Cuesta. Todos lo sabían. El máximo interesado en saberlo, no. Una inflexión en la vida de un pueblo pequeño, de aquí cerca, perfectamente creíble y hasta natural, salvo para el interesado, que –no lo sabe-, mientras todos los demás sí. Me pregunto ¿Cuánto saben los demás de uno que uno no sabe? O, cuánto suponen que saben y realmente no saben? O, cuánto saben realmente que nosotros ni siquiera sospechamos? De todo eso habla Farhadi, en clave ibérica, de aquí. Me asombra su capacidad para radiografiarnos. Quizá, el hecho de que todos los intérpretes de esta magnífica película sean españoles (puros, auténticos todos) crea la sensación multiplicada de que la historia no puede ser más propia, pegada a nuestra identificable idiosincrasia. De cualquier modo, Farhadi, el alma mater de esta soberbia historia, no lo es, lo que me lleva a pensar que los seres humanos somos prácticamente iguales en todos lados. Sí, ya se sabe, el instinto paternal, el amor, el deseo, el sentido de la propiedad y tantas y tantas pulsiones. Y la envidia, auténtico motor de esta historia (me parece), tan española. Además del virtuosísimo narrativo y la progresión dramática, hay algo que me ha impresionado por encima de todo: el diabólico y devastador artefacto de destrucción total del protagonista, sin solución, sin haber hecho nada que lo mereciera, sordamente, sin que apenas se note, lo que cuestiona gravemente la capacidad humana para ser justos y hasta buenos. Curiosamente, mientras todos los personajes sin excepción están en su sitio, el único foráneo que interviene, Darín, argentino, a pesar de su inmensa calidad como actor, está fuera de registro, es un cuerpo extraño en esta solidísima trama (aunque necesario para encajar las piezas del guion). Algunos críticos se han puesto estupendos y no les ha gustado la película. A otros sí. A mí, mucho. Magníficas las canciones de Javier Limón, especialmente la interpretada por Inma Cuesta, al final, como fondo sonoro de los títulos de crédito.
17 FEBRERO 2019
© 1984 pepe fuentes