1 JULIO 2019

DIGRESIÓN UNA. El Idiota, de Fiódor Dostoievski. Versión, José Luis Collado. Dirección y escenografía: Gerardo Vera. Videoescena: Álvaro Luna. Vestuario: Maribel Rodríguez. Producción: Centro Dramático Nacional. Intérpretes: Fernando Gil, Jorge Kent, Vicky Luengo, Marta Poveda, Alejandro Chaparro, Ricardo Joven, Fernando Sainz de la Maza, Yolanda Ulloa, Abel Vitón. Teatro María Guerrero, veintitrés de marzo. No he leído la obra original de Dostoievski, ni creo que llegue a leerla, y no porque la historia no sea excepcional literariamente, sino porque no tendré tiempo. Tampoco he visto la versión cinematográfica de Kurosawa, y me habría gustado. Por el momento, me conformo con esta magnífica versión teatral de José Luis Collado. Desde la primera escena me quedé atrapado por el fascinante espacio escénico de la producción, por el magnetismo del príncipe (el idiota), increíblemente recreado por Fernando Gil (cada vez que está en escena no puedes apartar la mirada, maravillado por su modo de interpretar a tan complejo personaje). En la trama de la obra, mejor no detenerse, es conocida, pero sí resaltar la versión de Collado, tan difícil a partir de una obra creada como novela. Es dinámica, interesante en todo momento, con todas las esencias del personaje representadas con un hilo narrativo que no decae, perfectamente ajustado a las necesidades del relato teatral. La atención que suscita no solo se sustenta en unas excelentes interpretaciones de todo el equipo (de especial relevancia, además de Gil, las de Jorge Kent, Vicky Luengo y Marta Poveda), sino también en la escenografía e iluminación, espléndidas ambas, e incluso el vestuario (de lo mejor que he visto en mucho tiempo). Merece la pena reseñar con todo tipo de adjetivos laudatorios el aspecto audiovisual, con pantallas dinámicas en las que se proyectan unos extraordinarios planos de las caras de los protagonistas, de gran fuerza. Últimamente, cada vez son más frecuentes las representaciones que se complementan y apoyan en recursos audiovisuales, plástica y fotográficamente interesantes y estupendamente resueltos. En el caso de esta obra no solo contaban con esos recursos, muy bien empleados, sino con un movimiento de personajes y situaciones admirablemente creados y escenificados. Un gran espectáculo teatral.