26 JULIO 2019

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
pepe y naty, Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 ILFORD SFX 200
Fecha de diario
2019-07-26
Referencia
8828

DIGRESIÓN DOCE. El amor menos pensado. Argentina (2018). Guion y dirección: Juan Vera.  Intérpretes: Ricardo Darín, Mercedes Morán, Claudia Fontán, Andrea Pietra, Luis Rubio, Jean Pierre Noher, Claudia Lapacó. Sí, ya sé que la película puede parecer previsible, lo dice uno de los críticos más listos de la clase, pero yo le contestaría: -es la vida, estúpido-. Lo que les pasa a Marcos y Ana le pasa a casi todo el mundo, a los que son capaces de darse cuenta, que no son muchos, o sí, no tengo ni idea, porque yo no oigo a la gente hablar de sus sensaciones e íntimas necesidades. El que yo no escuche a la gente hablar de cosas importantes no es raro porque yo no hablo con nadie. Y no lo hago porque a mí sí me gusta hablar de esas cosas, pero a las personas que conozco (pocas) no. Y qué es lo importante, pues muy sencillo: el amor, el paso del tiempo, los sentimientos, el sexo, los sueños, las inquietudes, el arte, la vida y la muerte. Podría seguir pero yo ya me he entendido y como esto no lo lee prácticamente nadie, para qué hacerlo. La película nos cuenta la vida de una pareja a la que se le acaba el combustible después de veinticinco años de convivencia y eso será muy previsible, pero es la puta realidad. La bondad de esta película es que lo aparentemente natural y frecuente, Juan Vera lo cuenta de un modo brillante a través del Gran Darín (absolutamente creíble, como siempre) y (la no menos auténtica) Mercedes Morán. Con unos inteligentes y burbujeantes diálogos resulta muy fácil pensar lo enriquecedor que sería tener amigos así, tan humanos, auténticos y buenas personas. Y tan divertidos. Pero claro, para eso hay que tropezarse con gente culta e inteligente, además de valiente. Quizá todo depende de que las gentes tengamos palabras o no; o dicho de otro modo, quien no tiene palabras para expresar lo que lleva dentro, se calla. A lo mejor es eso y nada más. Los protagonistas de esta historia sí tenían palabras y eso era un gusto. He disfrutado mucho de esta comedia “romántica” que más bien parece existencial y tan real como la misma vida.

Pepe Fuentes ·