29 AGOSTO 2019

© 2011 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2011
Localizacion
Lisboa (Portugal)
Soporte de imagen
-120 MM- ROLLEI SUPERPAN 200
Copiado máximo en soporte baritado
2
Fecha de diario
2019-08-29
Referencia
4926

DIGRESIÓN QUINCE. Tus pasos en la escalera, de Antonio Muñoz Molina (2019). Ebook. Seix Barral. Hacía tiempo que no leía una novela de Muñoz Molina, aunque siempre siga sus publicaciones. A priori, no estaba convencido de leerla, tan solo por falta de tiempo. Finalmente me decidí a hacerlo porque, además de que Muñoz Molina es uno de mis escritores de cabecera, la historia se desarrolla en Lisboa (una ciudad muy querida para mí): el protagonista es un hombre maduro al que echaron de su trabajo (casi como me ocurrió a mí) que se encuentra en pleno descenso a la soledad y la confusión (la desmemoria, la inseguridad y la desorientación le acechan progresivamente, como me pasa a mí), tiene una perra con la que pasea y se comunica (yo tengo un perro con el que comparto todo mi tiempo), y lee libros raros (casi como yo). Demasiadas coincidencias, para dejarlas pasar. He gozado de esta novela. El protagonista (ahora creo que en ningún momento se dice su nombre), vive esperando obsesiva y enfermizamente a su mujer, que nunca llega. Piensa en un reencuentro imposible con Cecilia,  mientras, olvida y olvida vertiginosamente. “Olvidar es desprenderse de la carga entorpecedora de lo innecesario”. Antonio Muñoz Molina. Cuenta sus impresiones sobre la ciudad, su casa, su biblioteca, la poca gente con la que se relaciona. Y se queja amargamente del ruido de los aviones que pasan por el pasillo aéreo situado sobre el río, cerca de donde vive. El relato de la incesante espera, a medida que pasa el tiempo y Cecilia no llega, se entristece, se oscurece y alcanza un tono descarnado, hasta convertirse en un afilado escalpelo que hurga en la memoria y en las múltiples variantes del desconsuelo. Por si fuera poca la catarsis existencial de esta obra, paralelamente, he leído la última entrega de los diarios de Sándor Márai (1984-1989), y pasar de una a otra me provocaba un cierto vértigo y a veces me desorientaba y tenía que pensar si estaba en una o en otra. Ambos protagonistas comparten una tristeza infinita por la mujer desparecida, una decadencia irreversible y un estupor fuera de control. Excelente novela plena de resonancias para mí.

Pepe Fuentes ·