27 OCTUBRE 2019

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Fecha de diario
2019-10-27
Referencia
1554

DIGRESIÓN ONCE. Todo lo que era sólido. Antonio Muñoz Molina (2013). Ebook: Seix Barral (2013). “No hay sitio ya para la autoindulgencia, la conformidad, el halago. Tampoco para la certeza, para ninguna certeza. Nada es tan sólido que no pueda desvanecerse mañana mismo en el aire”. Antonio Muñoz Molina. El título y la excelente portada de esta edición invitan a comprar y leer. Eso he hecho. Además, Muñoz Molina es uno de mis autores de cabecera (aunque no lea todo lo suyo). En este caso se trata de un ensayo sociopolítico que abarca desde la posguerra a la época de edición. Aunque diría que se ocupa principalmente de la época de la transición hasta ahora. Su diagnóstico no es bueno, y eso que el libro es de hace siete años. Desde entonces, la situación ha empeorado ostensiblemente, me parece. Es decir, los españoles hemos profundizado en nuestras deficiencias y agravado el clima social en casi todas las líneas de análisis que abre el autor: educación, cultura, comportamientos sociales y políticos, corrupción, madurez, responsabilidad cívica y algunos otros aspectos. Muñoz Molina hace un repaso muy bien estructurado y documentado sobre estas últimas décadas. Hace hincapié en la peligrosa derivación de la sociedad hacia tendencias nacionalistas y populistas, paletas y sumamente peligrosas. Según el autor, se ha producido un paulatino e incesante deterioro en la ética democrática básica que hace imposible una convivencia productiva y respetuosa. Coincido plenamente con él en las objeciones críticas a lo que nos está pasando; y, probablemente, mi pesimismo vaya todavía más allá por las evidencias que observo: las codiciosas ambiciones personales, el afán de notoriedad y poder, el incesante carrusel de vanidades, la corrupción de la clase política y la irresponsable falta de compromiso con el bien común de la población. Todos esos agravantes están creando una sociedad incívica e insolidaria que empieza a resultar irrespirable. Y lo peor de todo: los lerdos, horteras, antipáticos, gregarios, y profundamente incultos, no paran de conquistar territorio. Imparables.  La sociedad ha ido infectándose en la medida que las masas, acríticas y manipulables, han aplaudido entusiasmadas a triunfadores de medio pelo, vulgares y, en la mayoría de los casos, listillos sin mayor entidad que un cierto instinto para el fácil y nada esforzado oportunismo. No obstante, Muñoz Molina, hombre siempre animoso y bienintencionado, no desespera y, en los capítulos finales, se atreve a indicar posibles cambios que hagan a los españoles mejores ciudadanos y mejores personas. Sería de agradecer que quizá, cuando se cumplan diez años de la publicación, Muñoz Molina amplíe hasta ese momento sus finas observaciones. Amenísimo y lúcido ensayo. Un gusto haberlo leído.
Ya no nos queda más remedio que empeñarnos en ver las cosas tal como son, a la sobria luz de lo real. Después de tantas alucinaciones, quizás solo ahora hemos llegado o deberíamos haber llegado a la edad de la razón”. Antonio Muñoz Molina

Pepe Fuentes ·