26 OCTUBRE 2019

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Fecha de diario
2019-10-26
Referencia
6839

DIGRESIÓN DIEZ. In den Gängen (A la vuelta de la esquina). Alemania (2018). Guion: Clemens Meyer y Thomas Stuber. Dirección: Thomas Stuber. Intérpretes: Sandra Hüller, Franz Rogowski, Peter Kurth, Ramona Kunze, Libnow, Gerdy Zint, Henning Peker, Matthias Brenner, Michael Specht, Clemens Meyer. Unos pocos trabajadores de un Hipermercado en medio de ninguna parte, en Alemania, trabajando o deambulando por interminables pasillos entre altísimas estanterías, sombríamente. Entre ellos, el “novato”, Christian, interpretado por un Franz Rogowski sublime, magnífico, que compone un personaje pétreo, cincelado sobre insondables e interminables silencios. El mutismo es un recurso aparentemente fácil (solo hay que estar callado, serio y concentrado) pero, precisamente por eso, arrancar una caudalosa expresión como la de Christian o la de Bruno (Peter Kurth), también un gran personaje en esta historia, resulta de una gran dificultad. Algunos críticos han calificado la película como simpática y sí, puede, pero simplemente debe ser porque te sientes cerca de sus personajes, que realizan cada día tareas aparentemente sencillas (reponen productos en interminables estanterías) pero, probablemente, no sea tan fácil (nada bien hecho es banal). Lo que indudablemente no es sencillo para ellos, es vivir inmersos en vastos desiertos de silencio y soledad, y precisamente ahí, en ese hostil territorio, aplastados por estanterías de la altura de su firmamento, es donde se enfrentan a su desolada perspectiva vivencial diaria. Sí, también es verdad que la historia hace un hueco a una vibrante historia de amor, aunque incierta e imposible, que desahoga la presión de tanto frío y oscuridad, aunque es patente que será improbable que encuentre la luz. Guionistas y director consiguen contar una compleja historia donde sus criaturas se mueven en un permanente claroscuro de la manera más sencilla y auténtica que se pueda imaginar. Los protagonistas avanzan en su día a día silenciosos y veraces, creíbles y entrañables. La puesta en escena es milimétrica y las dos horas de duración se hacen muy cortas, como la vida misma. Soberbia e intimista historia magníficamente fotografiada e interpretada. Cada día disfruto más y más de las grandes películas pequeñas.

Pepe Fuentes ·