30 OCTUBRE 2019

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Argés, Toledo
Soporte de imagen
-DIGITAL-IPHONE
Fecha de diario
2019-10-30
Referencia
9668

ME CAÍ DESDE UNA ALTURA IMPRECISA, de espaldas, sobre la zona pedregosa de la foto de hoy. Pero no fue eso lo malo:  llevaba la cámara grande montada en el trípode en un mano y la otra también ocupada con no sé qué. Y, todavía más, esas aciagas piedras formaban la orilla de un pantano. Resultado: el trípode y la cámara fueron a parar al agua y comenzaron a hundirse rápidamente. Renqueante, me lancé a salvar ambas cosas. El visor se había golpeado contra una piedra, se había desprendido del cuerpo de la cámara y zozobraba por otro lado. Pude salvarlo chorreando agua, lo que supuso, claro, que hasta ahí había llegado su vida útil, me temí. No me lastimé especialmente, salvo unos rasponazos en el brazo izquierdo que sangraban y un golpe en la cadera. Indudablemente fue una suerte ya que podría haberme golpeado en la cabeza con las piedras, lo que habría resultado fatal. Ahora podría elaborar una teoría sobre los riesgos que supone salir a fotografiar muy cargado, bla, bla, bla; pero no lo haré, porque lo que me sucedió es únicamente debido a mi falta de precaución. Curiosamente, un minuto antes pensé que podría caerme, pero que no, que no sucedería ¡¡¡Cómo me iba a caer yo!!! De ninguna manera, faltaría más. Normalmente, uno no deja de hacer lo que ha decidido por los riesgos en que pueda incurrir. Crees que no te pasará lo que indudablemente puede pasar. Está muy claro eso. Incluso, probablemente, vuelva al mismo sitio a hacer lo mismo. Es la naturaleza humana, o quizá sea tan solo la mía. Cuando volví a casa dolorido hice inventario de daños y nada funcionaba correctamente: el visor-fotómetro estaba muerto (había entrado agua), el objetivo tenía dañado el aro de diafragmar, la pantalla de enfoque había desaparecido. Me pregunté cuánto me costaría todo. Preferí no contestarme inmediatamente. Además estaba muy disgustado. Mantener mi actividad diaria para que parezca que todavía estoy vivo me resulta muy costoso. Mañana contaré otro caso reciente de quebranto innecesario, por descuido…
P.S. Al día siguiente volví porque creí haber perdido la pantalla de enfoque de la cámara; no la encontré, así que aproveché para hacer esta foto del lugar exacto donde caí, con el móvil

Pepe Fuentes ·