23 ENERO 2020

© pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Fecha de diario
2020-01-23
Referencia
9561

VIAJE A MÉXICO, Julio 2019
De Teotihuacán a México DF:
domingo catorce, por la tarde

Dejamos atrás la soberbia ciudad precolombina.
Volvimos a México DF. La autopista estaba bastante atascada. Una gran tormenta nos acompañó casi todo el recorrido.
En México (como en Perú y Bolivia) en época de lluvias, llueve casi todos los días, pero por la tarde y por la noche, todo un detalle y consideración hacia nosotros, los turistas.
Durante algo más de la hora que tardamos en el viaje de vuelta, Salvador, gran relator de la cultura mexicana, nos fue contando historias precolombinas y también antiguas que todavía perduran en la tradición: como las de los compromisos de boda y las bodas mismas en la región de Oaxaca. O la tradición precolombina por la que, en algunas zonas rurales, el hijo menor de las familias numerosas es el encargado de cuidar a los padres hasta que mueren. En el caso de que sea varón se le viste de mujer desde niño, son las muxes (el tercer género), plenamente reconocidos en su condición de hombre-mujer.” Algunas muxes también tenían el rol de iniciar sexualmente a los muchachos adolescentes de la familia”. Naturalmente, aprenden y realizan todas las tareas que suelen hacer las mujeres.
Pregunté a Salvador como resolvían las necesidades sexuales a lo que me contestó que mantenían con normalidad su condición (hetero u homosexual) pero, eso sí, no podían casarse hasta la muerte de los padres. Supuse que esos arreglos, inverosímiles, ya habían desaparecido (luego, en internet, he comprobado que las muxes siguen existiendo en algunas zonas del estado de Oaxaca).
Continuamos charlando sobre la situación política actual en México, con un López Obrador que ya ofrece amenazantes síntomas caudillistas de la izquierda populista.
Nos informó que al día siguiente sería él quien nos llevaría a Puebla. Nos pareció bien.
Llegamos al hotel a las seis y media. Descansamos y salimos a dar un paseo por El Zócalo para despedirnos de la ciudad.
Había sido un gran día de turisteo, pero sin olvidar que “… El que viaja no hace suyo lo que ve”. Manuel Vilas.
A las diez y media dormíamos…

Pepe Fuentes ·