25 MAYO 2020

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Homun, México
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2020-05-25
Referencia
9635

VIAJE A MÉXICO, Julio 2019
Homún II:
viernes veintiséis, a mediodía.

Fotografié un poquito en los agujeros a velocidad de obturación demasiado lenta. Apenas tenía luz.
El tercer cenote estaba abierto por arriba y se parecía a una piscina, salvo por las raíces del álamo que bajaban descarnadas hasta tocar el agua.
Volvimos al centro de recepción en el mismo carrito plataforma sobre vías estrechas tirado por un caballo con las Smith y una pareja más.
Llegamos al punto de partida después de un recorrido de dos kilómetros o algo menos. Allí nos esperaba Braulio con el menú que habíamos elegido. Comimos bien.
Durante la comida, la Smith grande se mostró comunicativa y charlamos sobre sus orígenes emeritenses y su vida actual en Miami, donde es enfermera.
Nos dijo que tenía intención de volver a Mérida una vez jubilada. La pequeña pero voluminosa Smith permaneció muda, acompañada de su móvil al que miraba intensamente como si algo esencial de su vida se estuviera decidiendo en la dichosa pantalla. A nosotros, creo recordar, que ni nos miró en toda la mañana.
Volvimos a Mérida. Braulio siguió charlando incesantemente pero ya no nos hacía tanta gracia. Se puso pesado. Inevitablemente ocurre con todas las gentes que padecen incontinencia verbal. Terminan cansando antes o después. Con ellos, el aburrimiento está asegurado. Nos dejó en el Hotel.
Descansamos un rato y nos dispusimos a pasar la tarde callejeando por la ciudad.
Visitamos la catedral.
A pesar de que nos empeñamos mucho en buscar algún rincón o motivo que nos reconciliara con la ciudad, fotográficamente al menos, no conseguimos encontrar la gracia que seguro debía de tener.
Uno de los problemas era, me pareció, que muchas de las calles habían perdido la esencia arquitectónica tradicional con una mezcolanza chirriante entre algunos edificios coloniales y otros de una arquitectura actual sin carácter. La impresión predominante era de una fea ambigüedad.
No obstante, tal vez, la culpa fue nuestra porque no recorrimos el Paseo de Montejo, el más importante de la ciudad, donde se conservan edificios y palacios coloniales de gran valor.
No fotografié en Mérida.
Cenamos en un restaurante típico y antiguo, llamado la Chaya Maya, decimonónico parecía, de altos techos y un sospechoso olor a viejo. Pero, lo peor no fue la decoración, sino la comida y el servicio, notoriamente mejorables ambos. Acudían turistas, muchos, luego nosotros también fuimos…

Pepe Fuentes ·