DIGRESIÓN CINCO. Nuestras madres. Guatemala (2019). Guion y dirección. César Díaz. Intérpretes: Armando Espitia, Emma Dib, Aurelia Caal, Julio Serrano Echevarría, Víctor Moreira.
Me pregunto por qué escribo sobre esta película si, como tal, no hay nada en ella que resulte verdaderamente memorable, a pesar de contener una historia humana catártica, de una transcendencia y alcance dramático sobrecogedores. Díaz, utiliza una caligrafía intimista y contenida que permite transitar por unos hechos lacerantes difícilmente soportables. La sencillez siempre funciona y, si además está impregnada de honestidad, nada en contra se puede decir, solo queda respetar el propósito, que es la causa por la que escribo esta breve entrada. En lo que se refiere a la historia en sí, ésta recoge unos hechos terribles (sucedidos a comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado en Guatemala) de una crueldad sin límites ejercida por el aparato paramilitar del estado. El protagonista y su madre, verdadera víctima del atropello sufrido por seres sin alma (muchas madres como ella soportaron semejante atrocidad), viven, muchos años después, el doloroso y liberador trance del reconocimiento y el desagravio. Díaz, también fotografía, con respeto y sobriedad, a las sencillas mujeres que habitan un pequeño pueblo en la sierra guatemalteca; coloca la cámara delante y ellas le devuelven el gesto, expresando desde sus profundos silencios el sufrimiento y la pavorosa injusticia con la que han sido golpeadas. Mucho mejor haberla visto que no.
7 JULIO 2020
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