DIARIO DE REVELADO (digital) CINCO, del veintiocho de Julio de dos mil veinte (martes)
… Efectivamente, empleé bastante más tiempo del que tenía previsto en el tratamiento de la serie de La Llamita, y la fotografía de hoy es el resultado final (el problema con los revelados de la New Age, entre otros, es que siempre dudo cuando acabar). En este caso, creo que he parado a tiempo, a pesar del sempiterno problema con los blancos, tanto en virajes químicos como digitales. Pretendo continuar en esta dirección que, tal vez por inercia, sigue anclada en los viejos conceptos de mis inicios fotográficos. En el fondo, no creo que quiera desprenderme de mis rutinas y automatismos, o dicho de otro modo: me parece que lo que quiero es seguir haciendo lo mismo pero con otras herramientas. A fin de cuentas, está muy bien porque, desde el principio de mis tiempos fotográficos (finales de la década de los setenta), siempre que podía aplicaba virajes: Sepia, Cloruro de Oro, Selenio y azules a base de Ferricianuro Potásico, Citrato Férrico Amónico y Ácido sulfúrico o clorhídrico, que amarilleaba tanto que hacía que la mayoría de las copias resultaran inservibles. Luego, a principios de los ochenta, llegó el legendario Colorvir, que fue el resultado de convertir en producto industrial manufacturado fórmulas químicas de viejos libros fotográficos (Tao y Baco y otros de ese tenor). Maravilloso producto que yo utilicé, por recomendación de mi amigo Villasante; el azul con bloqueo de grises funcionaba perfectamente (todavía tengo alguna copia realizada con esa técnica). Ahora, gracias a mi New Age fotográfica, no tengo problemas con los antiguos y dichosos amarilleos, aunque un poco sí con los blancos…
3 AGOSTO 2020
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