2 SEPTIEMBRE 2020

© 2020 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2020
Localizacion
SERIE TV:Berlin Alexanderplatz, de Rainer Werner Fassbinder
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2020-09-02
Referencia
8035

DIGRESIÓN DOS. Berlin Alexanderplatz. Alemania (1980). Película en trece capítulos y un epílogo. Capítulo dos: Cómo uno debe vivir, cuando uno no quiere morir. Guion y dirección: Rainer Werner Fassbinder (a partir de la novela de Alfred Döblin). Música: Peer Raben. Fotografía: Xaver Schwarzenberger. Intérpretes: Günter Lamprecht, Karlheinz Braun, Hanna Schygulla, Claus Holm, Franz Buchrieser, Brigitte Mira, Roger Fritz, Günter Kaufmann, Gottfried John, Barbara Sukowa, Ivan Desny.
Franz, visita a las personas que había dejado atrás y los reencuentros resultan dolorosos, contradictorios, titubeantes, temblorosos, rebosantes de ansiedad y necesidad. Seguí la serie en los años ochenta (ahora no sé el año en el que la emitieron en televisión), y lo único que recordaba es que me gustó mucho. Sin embargo, no acierto a recuperar la memoria del relato y, desde luego, tampoco los matices. Ahora, solo sé que la seguí con mucho interés. Seguiré escribiendo sobre esta serie que veré con ganas. Seguro.
Franz intenta rehacer su vida después de su toma de contacto con la libertad. En el primer capítulo, que tan solo abarca unos días, consigue follar con la hermana de su mujer (a la que asesinó) y ligar con Lina, con la que se empareja. Franz tiene un poderoso influjo sobre las mujeres. Es de esos hombres que, sin ser atractivos, emiten fuertes vibraciones que atrapan a las mujeres en una espiral de deseo y dependencia. Hay hombres así. Es un misterio, o no tanto, sobre el que yo no me he documentado pero he observado en la vida real: he tenido amigos con esos arrebatadores poderes a los que observaba no sin una cierta envidia. También todo lo contrario, hombres que no eran aceptados ni deseados a pesar de que aparentemente eran completamente normales (yo, ni una cosa ni otra). También hay mujeres así, capaces de hacer enloquecer a los hombres, aunque no reúnan las características físicas arquetípicas para desatar pasiones. La pareja vive en una pensión y Franz tiene que buscar trabajo. Va de un lado para otro intentando vender lo invendible (no da la impresión de que sepa hacer nada), y es tentado por fuerzas antagónicas, nazis y comunistas, en el Berlín del periodo de entreguerras, en la fase final de la república de Weimar, con un nazismo que ya asomaba la patita insolentemente. La historia de Döblin, desarrollada genialmente por Fassbinder, sigue desplegándose en un claroscuro lóbrego que presagia para Alemania el peor momento de toda su historia…

Pepe Fuentes ·