26 OCTUBRE 2020

© 2020 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2020
Localizacion
Algodor (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 2500
Fecha de diario
2020-10-26
Referencia
8296

DIARIO de las otras COSAS 10.
Jueves, quince de octubre, 8:30 de la mañana.
Paseo matutino (con cámara). Nada que buscar, nada que encontrar, sin propósito fotográfico a esa hora: el sol apenas había alcanzado altura sobre nosotros (Charlie Brown y yo). Mi perrito está un poco loco y corre desesperadamente como si le fuera la vida en fracasar, incluso a veces aúlla porque, en su loca fantasía, cree que podrá alcanzar al conejo que persigue y que toma distancia hasta que desaparece muy lejos de su alcance (Charlie, desde que comienza la persecución, pierde y pierde terreno con constancia y mucha aplicación). Siempre le pasa igual y no aprende. No le importa porque creo que ha entendido que para vivir es más importante el entusiasmo que el aprendizaje. Aprender puede que tan solo sea pura terapia ocupacional. Un pasatiempo. Estoy seguro de que Charlie debe pensar que lo esencial es correr detrás del conejo, independientemente de que lo alcance o no, es más, seguramente, si lo alcanzara, pensaría que pillar al hijo de puta del conejo que siempre corre más que él es tan solo un jodido y aburrido trabajo. A mí me pasa lo mismo que a él. En algún momento oí decir que los perros se parecen a sus dueños y no me lo creí. Ahora sí, después de algo más de cinco años de convivencia diaria con mi perrito, me lo creo absolutamente. Charlie hace las cosas exactamente como las hago yo, o al revés. Sí, porque a veces creo que soy yo el que aprende de él. En esa mañana yo tenía un propósito fotográfico, pero necesitaba que el sol subiera hasta su cota de las nueve y media y, mientras esperábamos, deambulamos por un campo: Charlie a lo suyo (sus imposibles capturas) y yo a lo mío, que era no pensar en nada, como todos los días. Y, entonces, me encontré con un oso de peluche, feo y sucio. Y lo fotografié, cómo no…

Pepe Fuentes ·