1 NOVIEMBRE 2020

© 2017 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2017
Localizacion
Galwar Bagh (India)
Soporte de imagen
- 120 ILFORD SFX 200 (800)
Fecha de diario
2020-11-01
Referencia
8265

DIARIO DE REVELADO (digital) DIECISÉIS, del veinticinco de octubre de dos mil veinte (domingo).
Ahora, una vez que me he adentrado en el proceloso mundo del revelado digital y sus potencialidades cromáticas, lamento mi falta de reflejos y resistencia a incorporar a mi trabajo todas estas variantes disponibles.
Mi extraviada cabeza suponía que, a través de los rigores de la técnica tradicional, de los límites, se depuraba el mensaje (como la rima en poesía, o algo así). Craso error de perspectiva: en arte, ni siquiera la noble y quimérica aspiración a conjugar la verdad es relevante. Todo ese cuerpo “filosófico” ahora me parece tan idiota como si no hubiera asumido la existencia del Word y me empeñara en escribir con tinta y plumilla (eso no habría estado mal) o con máquina de escribir; como leí el otro día en la magnífica obra de Irene Vallejo, El infinito en un junco, en la que se refiere a los avances tecnológicos en la reproducción de la escritura con un símil muy gráfico: si nuestros remotos antepasados no hubieran aceptado el revolucionario invento de la rueda, tendrían que haber acarreado los menhires sobre la espalda
La fotografía
(de la serie de animales en la India): En la época anterior a mi New Age fotográfica, la habría positivado con una técnica ad hoc para un acabado al cloruro de oro: habría aumentado tiempo de exposición y revelado para compensar el canibalismo del blanqueo del imprescindible viraje al monosulfuro previo (lo que habría supuesto malograr algunas copias), para finalizar con la solución de Cloruro de oro (comprado en China a un precio de ruina). Ahora, todo ese complejo proceso lo resuelvo con tan solo unos cuantos clics y en unos minutos, cómodamente reclinado en mi cheslong de trabajo. Exactamente los mismos resultados, aparentemente. Eso sí, el agotador y carísimo proceso analógico proporciona copias, según mi experiencia, absolutamente inalteradas después de cuarenta años expuestas a la luz ambiente, lo que me hace pensar que, como mínimo y dada la calidad de los químicos utilizados (oro), durarán más de un siglo (o dos, o tal vez tres, no lo sé). Sin embargo, la imagen de hoy puede que dure apenas nada, un suspiro, dado que su virtualidad depende de soportes fuera de control y, desde luego, difíciles de mantener en el tiempo por la consabida obsolescencia.

Pepe Fuentes ·