25 ENERO 2021

DIGRESIÓN ONCE. Haemoo (Niebla). Corea del Sur (2014). Guion: Shim Sung-bo, Bong Joon-ho. Dirección: Shim Sung-bo. Intérpretes: Kim Yoon-seok, Park Yoo-chun, Han Ye-ri, Mun Seong-Kun, Kim Sang-ho, Lee Hee-jun, Yoo Seung-mok, Jung In-gi, Kyung-Sook Jo.
Encontrada azarosamente en un catálogo de buen cine surcoreano; ideal para una noche de frío polar con la diabólica pandemia acechando en la misma puerta. La película descarga brutalmente un torrente de imágenes que mantienen una tensión creciente, sin concesiones ni paliativos: la desdicha no ofrece tregua ni respiro. Un barco de pesca, listo para el desguace y que mantiene agónicamente una pequeña tripulación (5 o 6 pescadores y su capitán), aceptan a la desesperada trasladar a un numeroso grupo de inmigrantes ilegales chinos a Corea. Desde el primer momento, los hechos, desafortunados todos, se suceden con un ritmo incesante que te mantiene hechizado e impresionado, a partir de un accidente fortuito que no debería haber sucedido. Lo que da peso y transcendencia a la historia es que nada suena a recurso artificioso: la desgracia es perfectamente posible en las circunstancias en las que sucede. Es sumamente interesante el perfil psicológico y reactivo de los tripulantes a partir de la presión a la que se ven sometidos, especialmente el del volcánico capitán. Sutil y lúcido tratamiento de la personalidad de todos ellos, que supone una visión contradictoria y cínica de la naturaleza humana. No obstante, lo más extraordinario de la película es su virtuosismo técnico, sin pérdida de ritmo o concesiones gratuitas. Todo lo que sucede es esencial, al servicio del espectáculo cinematográfico total pero, eso sí, serio y pleno de sentido temático y narrativo. Espectacular y conmovedora.