EL MAPA DE LOS DÍAS
49. Martes (27 de Abril de 2021) I
Ayer fue el gran día: me administraron la vacuna potencialmente mortífera aunque, según dicen, con una proporción de riesgo ínfima (ya veremos). La cita fue a la seis de la tarde. Me costó un poco encontrar el lugar donde tendría lugar la masiva vacunación. Es un hospital nuevo, muy grande (al menos por fuera), al que no tengo cogido la medida. No fue un problema de señalización, ni nada que tuviera que ver con los constructores, sino con mi infinita capacidad para desorientarme (cualquier día ni mi casa voy a encontrar).
Cuando por fin llegué (después de perderme dos veces) estaban todos allí: seguro que no se había equivocado ninguno (hijos de puta, qué jodidamente listos son mis coetáneos).
Enseguida me puse al final de una larga fila, sin preguntar ni nada: temí que me dijeran que la cola era para sacar entradas para un concierto de Heavy Metal y que en vez de en un hospital me encontraba en un estadio de fútbol (yo ya me creo cualquier cosa). Me habría dicho: ¡¡¡Joder, me he vuelto a equivocar!!! y me habría ido.
Esta es la explicación que le debo a Naty, porque se enfadó conmigo cuando me preguntó por teléfono qué dónde estaba y le contesté que en una cola, pero que no había preguntado para qué era. No lo entendió y me riñó un poco. No hice mucho caso porque no era cuestión de explicarle y exponer mis íntimas razones a las orejas de mis viejos coleguitas que se encontraban cerca. En los matrimonios, a veces, surgen lagunas, vacíos e incomprensiones. No hay pareja perfecta, me parece.
Seguiré mañana…
La Fotografía: No es de hoy, es del viernes pasado (el día de los buitres). Por condicionamiento técnico he tenido que desajustar la publicación de texto más foto de un mismo día: he querido publicar seguidas las fotografías realizadas en esa sesión. Después de que se perdieran a lo lejos los buitres, continué caminando hasta que me encontré con esta otra imagen. Irá al apartado recientemente creado (en la articulación de los capítulos en los que distribuyo las fotos) que se llama: Encuentros (lo compondrán fotos inesperadas). Revelado un tanto forzado a fin de acentuar el sinsentido del avistamiento: ni el inodoro debía estar donde se encontraba, ni yo tenía por qué fotografiarlo. Así son las cosas en mi pequeñita vida.