EL MAPA DE LOS DÍAS
48. Viernes (23 de Abril de 2021) y II
… Al final de la mañana recibí una llamada en la que me convocaban, un día de la semana siguiente, para vacunarme (supongo que con la peligrosa AstraZeneca). Entonces pensé en los buitres.
También me di cuenta de que, inadvertidamente, en el diario de este mes estoy publicando entradas que más bien parecen testimonios finales que resumen lo que creo haber sido y, probablemente, todavía soy. Textos de los que se podría extraer un epitafio conveniente, si es que alguno lo es.
Mis sensaciones a propósito de la inquietante vacuna son de peligro: a algunas personas les ha provocado un trombo cerebral que los ha llevado a la tumba. Yo, la cabeza la tengo fatal (pesadez, ligero dolor a veces, y sensación brumosa y de un cierto entorpecimiento que atribuyo a falta de riego sanguíneo), así que parecía que algo no iba a funcionar bien, por indicios mistéricos (buitres) y porque si algo puede salir mal, muy probablemente saldrá, al menos a mí me pasa.
Por otro lado, me dije, si en este último año y medio no me he sentido en riesgo, si mi vida ha transcurrido casi normalmente (la parte anormal la pongo yo), por qué tengo que entrar en zona de riesgo y zozobra sin que yo lo haya decidido. No lo tengo claro…
La Fotografía: Como dije ayer, las águilas resultaron ser buitres; levantaron el vuelo, primero uno y después los otros dos. Volaban despacio, alejándose (ya habían cumplido la misión de avisarme). Les seguí hasta que se perdieron de vista. Lo asombroso es que nunca he visto buitres por esta zona (tampoco águilas). Vivo en una región en la que los pájaros son pequeños, que yo sepa (todo es pequeño por aquí). Resultó magnifico observar su pausado y ceremonial vuelo…