20 JULIO 2021

MONÓLOGOS SOBRE ARTE
PRÓLOGO
Inicio este nuevo capítulo porque en este diario he venido escribiendo sobre arte a lo largo de años, sin saber de arte, naturalmente. Tampoco tengo estudios. Yo no sé escribir cosas tan interesantes como: “…también pinta con fervor “pulsional” activando en sus últimas obras superficies de madera, rindiendo testimonio poético de su pasión por la Naturaleza, “digitando” los colores con sensibilidad barroca e imaginación post-romántica”. Fernando Castro Florez (ABC. El Cultural), a propósito de la obra de Carlos León expuesta en la última edición de Arco. Pero eso no quiere decir que renuncie a escribir a mi modo (generalmente a ciegas), sencillamente porque me gusta hacerlo.
Vivo el arte desde mi anhelo por ser, y no ser artista. Y porque me gusta, mucho, incluido el arte contemporáneo, por supuesto. Y porque este diario es el testimonio cotidiano de un hombre que deseaba ser, y no fue.
Escribiré sobre lo que me guste y no me guste (menos); sobre lo que haga y no haga (lo no hecho es la otra cara de la moneda del hacer y resulta casi tan importante como lo hecho); sobre las exposiciones que visite (lo he venido haciendo estos últimos años, pero sin título); sobre las cosas que se me vayan ocurriendo relacionadas con el arte, que en mi caso nunca alcanzan la categoría de reflexiones fundadas y dignas de tener en cuenta, y que harán sonreír conmiserativamente a quien las lea, sin duda. A mí también.
Los Monólogos sobre Arte se llaman así porque interlocutores no tengo y porque el pretexto será el Arte, pero sin Arte, es decir, como todo lo que queda escrito en este diario, será tan solo un Acta, o una Fe de Vida. Nada más.
LA FOTOGRAFÍA: Yo, fotografiando secretamente una obra de Arte de la última edición de Arco. Detrás de mí Naty, haciendo lo mismo. Es una de nuestras actuaciones “artísticas” e impremeditadas en un escenario muy artístico (y comercial) que demuestra sobradamente lo tremendamente aficionados que somos a lo artístico, y lo poco a lo comercial y social.