23 DICIEMBRE 2021

DIGRESIÓN SIETE. Rai (Paraíso). Rusia (2016). Guion: Elena Kiseleva, Andrei Konchalovsky. Dirección: Andrei Konchalovsky. Fotografía: Aleksandr Simonov.  Intérpretes: Yuliya Vysotskaya, Christian Clauss, Philippe Duquesne, Peter Kurth, Jakob Diehl, Viktor Sukhorukov, Vera Voronkova, Jean Denis Römer, Caroline Piette.
Emocionante, sobre todo, por su belleza formal. También la historia, soberbiamente desplegada y desarrollada, y, además, por las imágenes sobrecogedoras y espeluznantes del holocausto, que no por sabido deja de impresionar siempre. La historia de los tres personajes protagonistas está perfecta y sabiamente dosificada: corta e insustancial la de Jules, policía colaboracionista con las fuerzas de ocupación, que, aunque aparece menos (tan solo al comienzo), referencia perfectamente el papel y posición ética de los deleznables burócratas que colaboraron con las fuerzas asesinas de ocupación. Por el contrario, las otras dos historias son intensísimas, plenas de matices y belleza, tanto narrativa como plásticamente (atención a la insuperable fotografía en un purísimo blanco y negro): Olga, aristócrata rusa miembro de la resistencia francesa; y Helmunt, un alto oficial de la SS. Ambos fueron amantes hacía años en Italia.
Primero y como arranque de la historia aparecen Jules y Olga, en el momento que Olga es arrestada por proteger a dos niños judíos; y enseguida Helmunt, aristócrata y esteta alemán metido a la ciega y criminal militancia nazi. Ambos, Olga y Helmunt, personajes bellísimos y bellamente interpretados por Yuliya Vysotskaya, Christian Clauss, ofrecen matices interpretativos de altísimo nivel. El guion es, sencillamente brillante (tengo debilidad por las películas que se estructuran bajo la fórmula de vidas cruzadas, porque a fin de cuentas así es la vida, cruzándonos todos constantemente) pero, además, en este caso hay un juego constante entre el espacio-tiempo, escenificado en el tiempo del más allá (el paraíso), con planos medios de los protagonistas escuetos, directos, intimistas de una fuerza fotográfica y expresiva sublime, donde cada uno aporta su visión de los hechos acaecidos. Probablemente, por encima de cualquier otra apreciación, para mí, esos planos directos de los tres protagonistas sean lo mejor de la película, con diferencia (no he incluido ninguno de ellos hoy, sencillamente porque me resulta difícil elegir uno entre tantos).
Grandísima película, por su espeluznante visión del holocausto, sin concesiones; por el tratamiento conciso del carácter de los personajes y su actuación enfrentados a la mayor tragedia de la historia de la humanidad; por el tempo narrativo y la inteligencia de un guion de una fuerza y concisión abrumadora; por la belleza plástica de todo el metraje; por la calidad de unas interpretaciones que dotan a los personajes de una profunda veracidad y, finalmente, de un heroísmo que podría calificarse como ejemplar.