17 ENERO 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Madrid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2022-01-17
Referencia
4936

LOS MICROVIAJES: Madrid y alrededores (6)

Domingo, nueve de Enero de dos mil veintidós.
Exposición de Stanley Kubrick (2)
…De las trece películas que realizó, once son adaptaciones de novelas o cuentos que le fascinaron. Tan solo las dos primeras son guiones exclusivamente cinematográficos. Después siempre se sirvió de obras ajenas, adaptadas por él al lenguaje cinematográfico, y, en todas ellas, fue absolutamente libre en la concepción de la obra. Creo y reflexionó sobre el lenguaje cinematográfico (si algo puede ser creado o escrito, puede ser rodado) a lo largo de toda su vida.
Uno de sus proyectos frustrados fue Napoleón, para el que se documentó durante años convirtiéndose en un erudito sobre esa figura. Habría sido una de sus grandes películas, pero no pudo ser. Sustituyó ese proyecto por Barry Lyndon, probablemente mi preferida, aunque es prácticamente imposible elegir entre tantas obras maestras (todas lo fueron). Objetivamente es imposible decantarse. Quizá el periodo cumbre de su obra, el que abarca desde 1968 a 1975, es el que reúne sus obras más emblemáticas, con cuatro títulos: 2001 Una Odisea en el espacio; La naranja mecánica, Barry Lyndon y El resplandor. Pero, si pienso en Senderos de Gloria o Atraco perfecto, o cualquiera de las demás, no tengo por menos que rendirme al hecho de que no hay una, cuatro u ocho; hay trece y ni una menos (tal vez las dos primeras serían una excepción).
Su labor como director de actores fue impecable: todos con los que contó estuvieron, sencillamente, perfectos. Decía a ese propósito: “El trabajo del director consiste en aportar ideas a los actores, no enseñarles actuar o hacer que se crean su papel. Lo que no puedes darle a un actor es talento, sino solo sugerirle ideas, pensamientos, actitudes. El trabajo del actor consiste en crear emoción”
La Fotografía:
Es especialmente significativa y sumamente importante su aportación temática y filosófica sobre la guerra (Senderos de gloria, Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú?, Espartaco, Barry Lyndon y la Chaqueta metálica). No en vano, fue un apasionado del ajedrez, juego en el que se simula una batalla. Dominaba la estrategia, la táctica y tenía además el temple para ganar. Así planificaba sus rodajes, como una partida que debía tener bajo control. En la imagen un fotograma de Senderos de gloria. Los dos espacios donde se desarrollaba la exposición estaban abarrotados de asistentes. Era incómoda tanta aglomeración, pero, a pesar de esa adversa circunstancia, mereció la pena el esfuerzo.

Pepe Fuentes ·