DIARIO DE LAS PALABRAS
Fracaso
I
“Hay dos formas distintas de derrota: ante los demás, ante nosotros mismos. Fracasar ante los demás, si uno tiene humor y ganas de vivir, carece de importancia porque depende del estúpido o desinformado juicio de los otros. Pero el otro tipo de fracaso es mucho más duro, sobre todo si incluye la traición a nuestra propia moral, a nosotros mismos…” Enrique Vila Matas
Al hilo de lo que dice Vila Matas: Yo me considero un fracasado ante mí mismo porque nunca he conseguido acercarme, ni remotamente, a unos mínimos logros en lo que siempre y verdaderamente me ha ilusionado y a lo que me he entregado en cuerpo y alma: el mundo de la creación, fotografiar o escribir, por ejemplo. Ese es mi más absoluto y desolador fracaso.
También siento como fracaso el no haber sabido administrar bien mis supuestas capacidades y la inteligencia con la que No fui dotado (siempre tan escasa, aunque me cabe el consuelo de que en eso no intervine).
Sin embargo, no siento que haya fracasado en otros aspectos: en el campo social, por ejemplo, a pesar de que haya pasado inadvertido para todo el mundo, porque no me ha importado demasiado ya que ese partido no lo he jugado con ganas; tampoco en el amoroso (ese el que menos), ni el familiar, ni en el material, aunque rico no soy, ni en ninguno de los que podrían considerarse básicos, como el de mantener en un aceptable estado de conservación a mi cuerpo.
Tampoco en el que también menciona Vila Matas: el de no traicionar a los propios valores y a mí mismo (la verdad es que la vida tampoco me ha tendido trampas en ese aspecto, por eso no me ha resultado difícil).
En resumen, ni siquiera como fracasado he tenido éxito, porque tan solo he llegado a medio fracasado. Menos mal que ya da igual.
La Fotografía: En esta fotografía parece que acuso o pido cuentas a alguien; pero no es verdad porque de lo que me ha pasado y no me ha pasado nadie ha tenido culpa de nada. Casi todo lo bueno que me he conseguido ha sido gracias a las ayudas que he recibido; y lo malo tan solo ha sido achacable a mi incompetencia. En esta imagen he incorporado una de mis viejas cámaras grandes (analógicas), instrumentos con el que he cultivado paciente y denodadamente el fracaso de mis ilusiones. Por eso la he elegido para hoy.