LOS DÍAS (3)
Jueves, veinticuatro de marzo de dos mil veintidós
Ayer mismo acabé la inclusión de fotos y textos a propósito de la última edición de Arco. Hoy no sé de qué escribir, me he quedado en blanco y no porque el Arte Contemporáneo me haya desecado, no, ya estaba así.
Tengo un problema: necesito hacer varios días de diario porque hoy, por ejemplo, todavía seguiré de viaje en Sicilia y no se me ocurre ningún contenido que consiga interesarme como para salir del paso a lo largo de varios días más.
La Fotografía: A modo de coda de las dieciséis fotografías de obras expuestas en la feria que he incluido estos últimos días. En esta composición, aparte de la disposición de los visitantes que participan, inadvertidamente (también para mí en el momento de la toma), una armoniosa coreografía, hay dos de ellos que me llaman poderosamente la atención: el hombre del sombrero rojo que camina entre curioso e interesado, o ambas cosas a la vez; y el chico del ángulo inferior izquierdo, inexplicable ya que si bien parece un niño, un preadolescente, su postura parece más bien la de un adulto y entendido en arte contemporáneo, como si estuviera evaluando el nivel de las obras desde la mirada del enterado, como si de un comisario de arte se tratara. No recuerdo haber visto su cara.