DIARIO DE VIAJE: A Sicilia
Prefacio (3)
“El hombre que desdeña o teme aventurarse en un lugar oscuro, puede ser una excelente persona, apto para mil cosas, pero no será nunca un buen viajero sentimental”. Laurence Sterne
Otro de los sitios singulares y sobrecogedores que me perderé en este viaje será, lastimosamente, la visita a las Catacumbas de los Capuchinos, en Palermo, donde hay expuestas, en galerías excavadas a finales del siglo XVI, nada menos que más de ocho mil cadáveres y mil doscientas cincuenta y dos momias, repartidas en diez corredores temáticos (frailes, profesionales, hombres, mujeres, jóvenes vírgenes, niños…)
La razón de que permanezcan cerradas y consecuentemente clausuradas las visitas, al parecer, es por el Covid, precisamente ahora que ya nadie piensa en esa pandemia y ya estamos en fase de asunción y descontaminación mental de las lamentables consecuencias que ha acarreado a lo largo de dos años. Ahora, están llenos los estadios, teatros, cines, restaurantes, etc…
La Fotografía: A mí siempre me ha interesado sobremanera la iconografía alrededor de la muerte y sobre la muerte. De hecho, aprecio mucho las fotografías que realicé hace treinta y ocho años a cerca de veinte momias, que se encontraban (no sé si ahora siguen siendo accesibles) en el subsuelo de una sacristía de una parroquia de mi ciudad, en el casco antiguo (San Andrés), y que tanto se parecen a las depositadas en las Catacumbas de los Capuchinos. Al parecer, en caso de que fuera posible la visita, no se puede fotografiar, pero al menos habría sido magnífico visitar el sobrecogedor lugar. Según Sterne sí, yo soy un viajero sentimental, o tal vez tan solo un turista.