DIARIO DE VIAJE: A Sicilia
Día Tres (29.03.2022)
… Me resisto a salir del Valle de los Templos, que tanto me gustó. A las siete y media, más o menos, decidimos abandonar el parque de la belleza y de los dioses que tan solo existieron en la ilusión o la necesidad de los hombres de hace veinticinco siglos (o más). Será verdad entonces que los seres humanos siempre hemos necesitado de Dioses para poder existir sin enloquecer y, claro, dependiendo de la era o de la dimensión del tiempo en la que nos situemos, los Dioses y sus templos, serán unos u otros; y todos, sin excepción mentira, o verdad si se cree en ellos con fe y sin sombra de duda (los desfallecimientos en la creencia se curan con la construcción de templos, siempre ha sido así). Los Dioses, realmente solo son criaturas que nacen, viven (y terminan muriendo) tan solo en la conciencia de los creyentesy el fenómeno no es ajeno al paso del tiempo. Más allá, nada.
La Fotografía: “El tiempo vencido: ¿acaso no es esta, quizá, la mejor definición del arte?” Balthus
Menos mal que el arte ha contado con las creencias religiosas, y viceversa. Ambas creaciones son inconcebibles la una sin la otra. De esa maravillosa unión o combinación nos hemos aprovechado los que no somos ni artistas ni creyentes, sino tan solo Flâneur, que probablemente, quiero pensar, también pueda ser otro modo de arte y hasta de creencia.