DIARIO DE VIAJE: A Teruel
Día 1.5 Lunes (16.05.2022)
… Después de la relajada comida y de la toma fotográfica, me puse a hacer el ridículo que es lo que mejor se me da. A saber: había reservado un hostal en la calle Rosario, que no sabía dónde estaba, en el centro al parecer. Decidí recoger las llaves y luego acercar el coche. Recurrí a Google, que me informó que estaba asombrosamente cerca (seis minutos) pasé de una calle a otra, y de esa a otra, una y otra vez, me acercaba y al rato me alejaba. El núcleo urbano donde Google me decía que estaba la calle, estaba circundada por una avenida y al otro lado nada, el horizonte y aparentemente el vacío. Hasta que me dije, después de mucho tiempo de búsqueda -a ver si va a estar a otro nivel, es decir, abajo- Crucé la avenida me asomé a una barandilla y a cien metros en vertical había otro núcleo urbano y al lado un ascensor que descendió hasta dejarme a cincuenta metros del dichoso hostal ¡¡¡qué desastroso sentido de la orientación!!! (y de la elección de lugares donde dormir).
Llevé el coche al lado del hostal, dejé la maleta y me fui a callejear, a ver la catedral y cualquier otro punto de interés.
Visité la catedral, que contaba con un espléndido artesonado en el techo. Continué callejeando hasta la hora de la cena, pero a las ocho comencé a notar un cierto cansancio, o más bien era aburrimiento, cuando me di cuenta de que, por la calle que caminaba, ya había pasado dos veces antes. Me dije: -pepe, esta ciudad ya está vista para ti- Para colmo, de la falta de imaginación, cené en el mismo sitio donde había comido…
La Fotografía: A punto de cerrar (19 horas), me dio tiempo a visitar el Museo de Arte Sacro, sumamente interesante en el que, además exponían actuaciones de artistas contemporáneos.