8 SEPTIEMBRE 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Mi Charlie, Almonacid, Toledo
Soporte de imagen
DIGITAL (100)
Fecha de diario
2022-09-08
Referencia
4844

LOS DÍAS (30)
Domingo, veintiuno de agosto de dos mil veintidós

Anoche vi un partido de fútbol junto a mi amigo Ángel, por televisión, claro.
Un mortal aburrimiento. Menos mal que charlamos intermitentemente, pasando del fútbol e incluso de nuestra conversación.
El fin de semana está resultando mortalmente aburrido.
Desganado, siento la más completa abulia ante el tiempo, las cosas y las personas que puedan encontrarse en mi campo de visión. Charlie Brown, también se muestra desmadejado, abúlico, completamente indiferente hacia todo lo que le rodea. Hemos ido a pasear como todos los días y ha arrastrado sus doloridas patitas detrás de mí, que a su vez iba como él. Me pregunto ¿es contagioso para los perritos el estado de ánimo de sus dueños?
No me he contestado porque no lo sé.
A la vuelta cogí el coche y di marcha atrás muy despacio en la explanada donde había aparcado, en la que, al llegar, no vi a nadie por ningún lado. Sin embargo, a los dos o tres metros de lento retroceso, oí un ruido detrás, paré, claro; de pronto, como de la nada, apareció una tipa en la veintena con dos grandes perros que estaba justamente detrás (no los había visto); de inmediato empezó a insultarme violentamente y hacer gestos obscenos y agresivos. Me quedé paralizado ante semejante despliegue de agresividad absurda e incomprensible, porque nada había pasado (ella pudo ver mi maniobra perfectamente y yo no tanto a ella porque seguramente había entrado en ángulo muerto). Supongo que, si me hubiera tenido a su alcance, me habría agredido o al menos lo habría intentado.  No dije nada ¿qué podría decir a semejante energúmena?
A lo largo de mis caminatas de la mañana por la senda del río me cruzo o me adelantan personas, generalmente de mal aspecto, feo, repelente; que corren o montan en bicicleta y se esfuerzan por ir, estúpidamente, a toda la velocidad que son capaces de desarrollar, que tampoco es tanta, aunque compongan un gesto como de que van a tope. Una injustificada autoestima les aflora por todos los poros de sus inelegantes cuerpos. Un peligro, físico y sobre todo estético, tanto para mí como para Charlie, que jamás se molesta en mirar a personas y ni tan siquiera a otros perros.
Prefiero pasear por campos apartados donde no tenga que sufrir la desagradable presencia de otros seres humanos. No solo camino decidido y firme hacia una desalentada misoginia, sino, también, hacia una consecuente y adictiva misantropía. Charlie, me saca ventaja en eso. Procuraré imitarle y llegar a su altura (los dueños y sus mascotas terminan pareciéndose, eso dicen).
“Nunca podrá usted hablar tan mal de mí mismo como yo pensaría de usted, si pensase en usted”. Jules Renard
La Fotografía:
No llevaba la cámara. Pero sí la llevé el otro día y fotografié a Mi Charlie, que tan feliz parece estando conmigo (yo también con él). Cómo dijo alguien (no recuerdo quién): Cuanto más conozco a las personas más amo a mi caballo (y yo a mi perrito).

Pepe Fuentes ·