25 ENERO 2023

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
El Alamín, Villa del Prado (España)
Soporte de imagen
-120 ILFORD SFX 200 (100)
Fecha de diario
2023-01-25
Referencia
6488

DIARIO ANALÓGICO
El aburrimiento y 4
Sábado, veintiuno de enero de dos mil veintitrés

“La única gente que me resulta aburrida son los parientes”. Elías Canetti.
Yo, como él, nunca los he podido soportar; a los que añado los conocidos, quizás los peores de todos. Ni unos ni otros existen en mi vida.
Solo tengo a los míos: mi hijo y su familia (tan solo son cuatro), y una prima; cinco o seis amigos (mujeres y hombres). Ah, y amantes, que pueden ser causa y motivo de gozo o hastío, ninguna. Por ese lado no tengo causa ni razones para el fastidioso aburrimiento. He conseguido el equilibrio perfecto. Vivo en paz con mis circunstancias: más trabajadas que azarosas, lo que me salva de lo insoportable y de una mala relación conmigo mismo.
Llevo tiempo defendiéndome de peligrosas actitudes, ingenuas y tontamente vitalistas. Mejor todo quieto, inmóvil en lo interpersonal, pero intenso en lo íntimo e incomunicable. A pesar, o precisamente por lo que sostenía, Arthur Schopenhauer: “Nuestra vida práctica, real, es aburrida e insípida si no la mueven las pasiones; pero si la mueven, se vuelve enseguida dolorosa”.
No existe el aburrimiento en mi vida como consecuencia de actividad sentimental, sencillamente porque no existe esa vertiente en mi vida: “Cómo se te ocurre querer ser feliz conmigo, nadie es feliz conmigo, soy un aburrido. No me gusta convivir, no me gusta salir, no me gusta ir al cine, no me gusta la playa, ni siquiera me gusta cenar fuera, me gusta quedarme en mi rincón y que no hablen conmigo. ¿Qué rayos de felicidad podría darte? ¿Qué te quedaras también en un rincón, aburriéndote? Antonio Lobo Antunes
Ese soy yo, a excepción de cenar fuera, que me encanta, pero que ya no lo hago porque no tengo con quien hacerlo y solo no me lo pide la vida. Solo ceno fuera cuando viajo y la experiencia es bastante sosa.
Ah, que no se me olvide: ahora, tan viejo y sin tiempo ya para nada, uno de los imperativos categóricos en mi vida es abandonar de inmediato cualquier actividad que me aburra, sea la lectura de un libro, la visión de una película, una visita turística, un paseo, una conversación, la compañía de alguien que resulte coñazo; en fin, ni una sola concesión a lo tedioso.
Por último, la conclusión de todo este galimatías: Las personas aburridas No existen; las que se aburren, Sí. Luego, ni una cosa ni otra me afecta en absoluto (por el momento).
“…pero el aburrimiento está desprovisto de infinito. Es el aburrimiento de la claridad. Es el cansancio de las cosas entendidas”. Emile Cioran
Sí, Cioran, como siempre: lúcido, exacto, certero. Sencillamente porque a medida que el tiempo pasa sobre ti, van cayendo los velos y las ensoñaciones (ley de vida), y todo lo que te rodea, por dentro y por fuera, te enfrenta a las estancias despojadas de cualquier decoración. Todo es más duro y la proximidad a la neurastenia te sitúa frente a frente con el aburrimiento, por desgana.
La Fotografía: Ah, y el reloj sigue marcando la misma hora que en la primera imagen, luego el tiempo de “rodaje” no fue aburrido en absoluto, apasionante, tanto que el tiempo se paró.

Pepe Fuentes ·