13 FEBRERO 2023

© 1984 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1984
Localizacion
Luisa (Toledo, España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD HP5 400
Fecha de diario
2023-02-13
Referencia
5122

DIARIO ÍNTIMO 50
Mujeres que me gustaron y a las que quise (dos). L.
Sábado, once de febrero de dos mil veintitrés

“Pasó una mujer y se me paró el corazón”. Peter Handke
La conocí el mismo año de mi separación. Me hizo una entrevista para una emisora de radio local con motivo de un evento artístico cultural en el que yo participaba.
Quedé encantado con ella. Era una mujer, tal y como la recuerdo ahora, de gran fuerza, belleza y de fluida inteligencia. Creo que me enamoré enseguida. A partir de ese momento intenté por todos los medios establecer algún tipo de relación con ella. El problema: vivía en pareja. No me arredré e intenté con determinación un cortejo que se me antojaba bastante difícil.
Nuestra relación avanzó a pesar de sus resistencias dado su compromiso previo. A mí, su pareja me traía absolutamente sin cuidado. Me sentía seguro de mí mismo.
Hubo encuentros gloriosos entre nosotros. En aquel momento, mi separación con Carmen ya estaba acordada, y aunque seguíamos conviviendo por una cuestión logística, ambos estábamos liberados para mantener las relaciones que pudieran interesarnos, como era mi caso con esta atractiva mujer, hacia la que sentía en el comienzo del verano del ochenta y cuatro, la más encendida necesidad.
La relación progresó hasta que ella se fue de vacaciones con su pareja, y entonces, sucedió algo en mí, que volvió a repetirse frecuentemente, más o menos, en los años siguientes, y que todavía no he conseguido entender: de pronto, inesperadamente, se me fue la luz que iluminaba la relación y el escenario se apagó. Ya no tenía guion que seguir y solo quería salir de la oscuridad que me rodeaba. No me percaté de cómo y por qué sucedió, fue sin darme cuenta, que pueda recordar ahora. No volví a buscarla y ella a mí tampoco, luego nos debió pasar igual al mismo tiempo. Todo había acabado.
Eso fue maravilloso, porque nos evitó molestias innecesarias a ambos. Nos borramos mutuamente como si no nos hubiéramos conocido nunca. Todavía, unos meses después, coincidimos en una discoteca y nos tratamos como amigos que se necesitaban esa noche. Luego, ya no, nunca más.
Es la única mujer de aquellos años que he vuelto a ver azarosamente en dos o tres ocasiones y nos hemos saludado cordial y brevemente.
Al fin y al cabo, todo acabó bien entre nosotros.
La Fotografía: Siempre recordaré su belleza. Era una mujer alta, delgada, vital, inteligente, cariñosa, simpática; y lo más importante para mí, me ayudó mucho, quizá sin que ella fuera consciente hasta qué punto, a transitar de una relación estable de más de diez años, a otro estadio, inestable por definición, pero que, para mí en ese momento, me parecía apasionante. Ella me lo hizo todo más fácil, sin saberlo, o sí, no sé.

Pepe Fuentes ·