14 MARZO 2023

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Palermo, Sicilia (Italia)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2023-03-14
Referencia
7735

DIARIO ÍNTIMO 59
Viernes, tres de marzo de dos mil veintitrés

Ayer vino mi amigo Ángel, pertrechado con una pizza, a ver un partido de nuestro equipo con nuestros enemigos habituales. Perdimos.
Comimos pizza los tres: Ángel, Mi Charlie y Yo.
También hablamos de política, es decir, de corrupción, viene a ser lo mismo.
De literatura. Me recomendó a un autor francés que yo no conocía: Pierre Lemaitre (miraré a ver qué tal).
De mujeres apenas. Él está casado y yo estoy cesante. Ahora, ya no conozco mujeres. Curiosamente, en ese aspecto, el de las mujeres, él me señaló que observa que ellas, últimamente, están muy involucradas con los animales. Las bolcheviques (enfermizamente dadas a meter las narices en la vida y la libertad de los demás) del gobierno han sacado una ley que llaman: bienestar animal, y que, al parecer, me obligará a hacer un cursillo para aprender a cuidar de Mi Charlie, no sé lo que pensará él, que lleva tanto tiempo estupendamente cuidado. Seguramente no le va a gustar, por si cambia algo en su bienestar desde hace tantos años. Si fuera consciente, no me dejaría asistir, por si acaso suspendo y él se ve en la calle.
Esa conversación y apunte de mi amigo, me remitió a algo en lo que no había caído, y me di cuenta de que, efectivamente, las mujeres aman a los animales por encima de todas las cosas, y entre los animales, especialmente a los perros. En mi frustrada experiencia en la página de contactos virtuales para echarme novia o al menos una amante a la que abrazar, las mujeres que teóricamente se ofrecen (no computar en sentido frívolo, por favor, no quiero suspicacias ni tonterías), no hay ninguna que en su perfil se confiese amante de los hombres, como sería lógico; no, que va, incontables mujeres, muchas, se confiesan sin pudor: amantes de los perros. No sé qué pensar porque me llevaría a imágenes muy escabrosas que prefiero no imaginar. Además, en sus fotos de perfil aparecen abrazando apasionadamente a todo tipo de razas y tamaños caninos. No sé. Algunas, también aman a los caballos, pero tampoco a los hombres.
Por eso, Mi Charlie, que está muy por mi causa, no permitiría ni por lo más remoto una efusión de ese tipo de ninguna mujer, por si acaso. La mordería, sin dudarlo.
La Fotografía: Perros de hojalata que se exhibían como obra de arte y no como el objeto del amor de las mujeres; aunque, eso sí, vencidos por el peso del mundo y a pesar del supuesto amor de las mujeres, casi siempre interesado y por lo tanto, falso. No dudo ni por un instante que los perros exhibidos en la universidad de Palermo, fueran arte. Me gustó mucho encontrarlos, inesperadamente.

Pepe Fuentes ·