LOS DÍAS 13
Sábado, cuatro de Marzo de 2023
Charlie vino a mi cama de madrugada. Nos hemos levantado a la misma hora de siempre. A las ocho, nos fuimos al campo.
El paseo en sí, cansino, como todos los días. He ido escuchando (ahora no solo soy lector, sino, también, y sobre todo, oyente) Estrómboli, de Jon Bilbao, ocho relatos interesantes, que hablan de vidas truncadas y experiencias un tanto desesperadas, en clave de un casi realismo sucio. En el que más me ha gustado hay una buena pelea entre una pareja (hombre y mujer): ella empieza siendo una auténtica hija de puta, desconsiderada y cruel que comienza dándole de hostias a él; pero el tipo reacciona y le da su merecido; que, para mayor regodeo, supone un aplastante abuso de fuerza por su parte. Yo, en las peleas, no voy con el más débil (pueden ser malignos), sino con los buenos y justos, y en este caso era él, sin duda. Sí, aunque pueda parecer escandaloso por estar alejado de la dichosa corrección política de tantos memos manipuladores. Me gustó el final de ese relato.
A media mañana vino Naty a por Su Charlie.
El resto del día lo pasé en el estudio. Ninguna novedad, trabajé bien y mal y todo al mismo tiempo, a ratos, como siempre. Por la tarde noche fui a Madrid a cenar con mis amigos Armando y Mamen. Estuvimos tres horas en el restaurante charlando con ganas (hacía tiempo que no nos veíamos). Cenamos bien.
Después nos acercamos a nuestro local de copas de referencia en Madrid. Nos entretuvimos y hasta, en algunos momentos lo pasamos estupendamente.
Abandonamos el bar a las tres. Dejé a mis amigos cerca de su casa y a las cuatro llegué a la mía.
Cuando salgo y lo paso bien, o razonablemente bien, me digo que tengo que salir más, o al menos los fines de semana. Luego caigo en un estado de dejadez perezosa y me aparco engañosamente cómodo en mi sillón de ver películas o leer. Observo esa tendencia a la inmovilidad alarmado porque podría suponer un aparcamiento hasta el final de los tiempos, de mi tiempo, quiero decir.
La Fotografía: Nada más coger un camino frecuente, muy cerca de nuestro barrio, nos hemos encontrado un zorro muerto. No entiendo por qué el animal tuvo la mala idea de acercarse tanto a una zona habitada. No sé cómo pudo morir; ni siquiera estoy seguro de que fuera un zorro (no soy un experto en zoología).