ADENTRÁNDOME EN LAS TINIEBLAS XXII
Los Corolarios
Martes, catorce de marzo de 2023
… Pues no, no parece que hoy, martes, aunque el sol brilla con fuerza a las ocho y media de la mañana, vaya a tener un buen día (aunque tal vez no sea malo, porque al menos tengo ganas de escribir). Ayer lunes no las tuve.
Mañana tampoco, tal vez sí, o tal vez no (ya veremos). La semana y el mes que viene, no tengo idea, aunque sí sospechas…
Corolario: A partir de un cierto momento ya no te puedes engañar, la lucidez te cubre enteramente, a no ser que seas un perfecto imbécil (sobre mí, no tengo claro de qué se trata).
Me doy perfecta cuenta de que el futuro no existe. Antes tampoco, pero me quedaba, al menos, la inconsciencia propia de la menor edad. Así debe ser y así es, para la supervivencia del mundo. Los que antes, prematuramente, se ven infectados por la diabólica y funesta enfermedad de la lucidez, se matan, se suicidan, se drogan… o profesan cualquier religión, que viene a ser lo mismo. A mí eso no me ha pasado. Así que, aquí estoy, sin tener nada de que escribir, salvo esta purulenta bazofia…
Y que no me falte el impulso de hacerlo, porque si no tendría que pensar seriamente en la mejor fórmula para parar la caída libre, porque duele a todas horas…
La Fotografía: Hablando de enajenaciones o motivadas militancias (y sexo, también de sexo); este hombre es gay, por lo que, será sexualmente activo dada la promiscuidad que al parecer ejercitan (yo no lo sé, pero eso dicen). También, suelen ser bastante activos y muy comprometidos con su causa socialmente, por lo que deduzco que el sentido de la vida de este hombre se proyecta en varias direcciones, todas excitantes y apasionadas. Pero yo, prejuicioso como soy, al menos estéticamente, me parece que podría mejorar la apariencia de su espalda porque es espantosamente fea. Pero claro, sobre gustos y estética no hay nada escrito, o sí, y este señor no lo ha leído.