ADENTRÁNDOME EN LAS TINIEBLAS XXIII
Los Corolarios
Martes, catorce de marzo de 2023
… Lo único que se me ocurre como posible solución para mí (la de los demás, no son materia de este diario), es conjugar y perseguir la belleza a través de fotografías y revelados adecuados, procurando encontrar la máxima armonía entre mis valores estéticos y mis dislocados biorritmos cotidianos.
Podría, también, inventarme una vida secreta ¡¡¡qué risa!!! (es una puta broma). Sería complicado y no creo que fuera posible dado mi falta de imaginación. También podría crear un alter ego literario, pero me pasaría lo mismo, no se me ocurriría nada verdaderamente entretenido y si no lo es, no merece la pena.
Tengo un amigo querido que se desespera por el paso del tiempo vacío, sin contenido, que le aplasta y le destruye como ser humano, sin ninguna idea o ilusorio proyecto con el que conjurar el páramo de su tiempo por venir. A mí me pregunta qué hacer a nuestra edad, cuando ya estamos fuera de un mundo porque nos han dado una olímpica patada en el culo. Le digo que yo lo voy solucionando con un diario, pero él, diario no tiene, luego mi solución no le sirve de nada; así que la mayoría de las veces permanezco en silencio. Otro amigo, también muy querido, lo soluciona en parte yendo desganadamente a un gimnasio un rato cada día. A mí, su solución no me sirve porque en los gimnasios hay gente y yo, a la gente no la soporto y menos si son desconocidos (solo me llevo bien con los amigos queridos). Hay otro, al que no veo, pero que es tan querido como los otros dos, que juega al ajedrez solo en su casa, pero yo tampoco soportaría el ajedrez porque me enfrentaría al hecho de competir y perder (perdería seguro, hasta conmigo mismo); y bastantes derrotas tengo ya acumuladas en mi vida…
La Fotografía: Representa, una cierta idea de belleza con la que me elevo y olvido. O tan solo me entretengo, que, por el momento, también me vale.