9 JUNIO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Isla Tabarca (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 250
Fecha de diario
2023-06-09
Referencia
6932

DIARIO DE VIAJE: Al sureste
Viernes:
veintiséis de mayo de dos mil veintitrés.

… En la plaza donde se ubicaba el Museo, se encontraba la Basílica de Santa María (s XIV-XVI), gótica, pero con fachada barroca, que visité aburridamente, por cierto.
En esa plaza había un restaurante con mesas en la plaza con aspecto tranquilo y acogedor. Me senté en una mesa en el interior y tomé una ensalada griega, postre y café. El menú resultó sabroso y bien cocinado; pero lo mejor fue el trato que me ofrecieron las camareras, atento, sonriente y hasta seductor. Una de ellas, de mediana edad y servicio impecable; la otra, joven, delgada y guapísima, se mostró conmigo especialmente cercana, o al menos fue lo que me pareció. Aunque, en cuestión de atracción y percepción, ya se sabe, la subjetividad es total: no es tanto lo que suceda como lo que te gustaría que sucediera y que además te lo creas. En este caso, todo, realmente, daba igual, aunque no así el grado de satisfacción que me produjo la combinación de una gratísima comida, como el disfrutar en la distancia de la belleza y sonrisas de la camarera. Un placer.
Me encantan esos juegos imposibles con mujeres también imposibles.
Después, como no tenía ningún deseo de continuar por más tiempo en Alicante, partí hacia Santa Pola, donde llegué enseguida.
Aparqué en la zona portuaria. Miré a mi alrededor y constaté que no tenía absolutamente nada que hacer en esa ciudad; me pregunté: ¿qué pinto yo aquí a las cinco de la tarde de un viernes cualquiera? Me contesté: nada en absoluto. Empecé a impacientarme conmigo mismo.
Deambulé, cansinamente.
Pasé al lado de una pareja de maduros (cincuentena pasada), en la que él le contaba un chiste a ella, continué y unos metros más adelante oí las estridentes carcajadas de ella. Pues sí, me dije, era un chiste y estos están empezando una boba relación amorosa o erótico festiva como mínimo. Ambos entrados en carnes y sin complejos. Volví a verlos abrazándose y besándose como adolescentes, y caminado agarraditos, como si todo fuera excitante y prometedor, y hasta patético, aunque esto último solo era cosa mía…
La Fotografía: No, no soy intolerante, ni prejuicioso, ni tópico, ni previsible (o eso quiero pensar) … o sí; es más soy un firme e indubitable defensor de que cada uno disfrute lo que pueda de la vida en general y del juego amoroso en particular. Pero, me pregunto por qué ante el jueguecito adolescente de cincuentones estéticamente casi me escandalizo; y, sin embargo, escenas como la de la fotografía me parecen de lo más naturales. Me pregunto: ¿soy un jodido e involuntario reaccionario? No me contesto.

 

Pepe Fuentes ·