28 AGOSTO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Emma Louise, Toledo
Soporte de imagen
-DIGITAL 125
Fecha de diario
2023-08-28
Referencia
10001

CARTA A EMMA LOUISE XIII.

Hola, Emma, muchas felicidades para ti. Son catorce ya los años que cumples.
Me pregunto qué podría decirte hoy que fuera especial y memorable para ti. Sí, algo así como que, en algún momento del tiempo por venir, que deseo que sea intenso y fructífero para ti, te acuerdes del día de tu catorce cumpleaños, que, probablemente, junto con el de los quince, sean los más significativos y rutilantes de toda una vida y que tu grandpa español te escribió algo para ser recordado. Me temo que esta vez no será, salvo decirte que me acuerdo de ti y que te quiero.
A mí, mis abuelos no me lo dijeron nunca, pero en aquellos remotos años, algo así no se decía. Por pudor, supongo (de los sentimientos no se hablaba). Era una época, al menos aquí, en España, que los afectos hacia los miembros de la familia no se expresaban, incluso entre padres e hijos. Eso es lo que sucedía en mi familia, es decir, tus antepasados. El amor se daba por sabido y sentido porque estaba asociado al parentesco y seguramente era verdad, sin duda. Otra cosa era inconcebible. Y así crecíamos y llegábamos a la madurez y todo seguía igual, sin palabras amorosas, sin besos, sin contacto físico, salvo cuando nos saludábamos después de tiempo sin vernos.
Eso era bueno o malo, me pregunto ahora, y no sabría que decirme y decirte. Quizá, habría sido deseable una frecuente y mayor efusividad, pero no, no fue así. Sobrevivimos y nos hicimos adultos con esa inexpresividad afectiva, y hasta aquí hemos llegado, y yo hasta la era septuagenaria, nada menos.
Salvo el insoportable trato injusto, que a todas luces impida un desarrollo sano y favorable al crecimiento y formación en la época infantil y juvenil, los seres humanos, en los primeros años, somos capaces, instintivamente, de quitar y poner valores y así equilibrarnos emocionalmente. O, dicho de otro modo, en la adolescencia, somos inmortales. Tú estás viviendo esa maravillosa época de tu vida y por ti misma habrías sido capaz, por el inmenso talento y energía que tienes, de salir adelante en cualquier situación; pero, además, por si fuera poco, has crecido y vives en un ambiente lleno de amor y atenciones. Tienes unos padres fantásticos. Los demás que giran en torno tuyo también, cada uno en la medida que nos corresponde.
A ti, ahora, te queda aprovechar al máximo todo lo bueno que hay en ti, que es mucho, confiar en ti misma y en las personas que te rodean. Sé que lo estás haciendo, y además brillantemente. Eso me hace inmensamente feliz.
Emma, espero que esta carta no te haya aburrido demasiado y que algún día puedas recordarla, si te viniera bien.
Pasa un gran día hoy. Me gustas mucho Emma, y además te quiero. Un beso fuerte de tu grandpa lejano.

Pepe Fuentes ·