18 SEPTIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 1250
Fecha de diario
2023-09-18
Referencia
10093

LOS DÍAS 58.5
Miércoles, seis de Septiembre de 2023

“Yo sólo quiero plantear las preguntas. Si lo que está usted mirando es realmente lo que está mirando. Si lo que está creyendo es realmente lo que está creyendo”. Hiroshi Sugimoto
Salí al Jardín de las Esculturas, que no vi en 2019 (quizá entonces no estaba creado, no sé), y que no sé si lo hice buscando algo, o porque en la puerta de acceso se encontraba la vigilante más guapa de todas las amables vigilantes de todo el Museo. Cuando llegué a ella la dediqué la mejor de mis sonrisas (que ella me devolvió y fue la mejor de todas las sonrisas de todos los vigilantes, todos sonrientes y todos super amables) y le hice algún tipo de pregunta tonta, no por nada, sino porque tengo la sospecha de que de las mujeres no me voy a curar nunca, maldita sea.
Me gustó mucho el espacio, antiguamente formaba parte de lo que era el emblemático y maravilloso paseo del Miradero, el que más me gustaba de la ciudad, abierto al vació y al horizonte en el que predominaba el Hospital de Tavera, Las covachuelas, barrio popular, el río Tajo y los Palacios de Galiana, donde viví doce años con mis padres (eran guardeses). En el espacio había repartidas doce o catorce obras en hierro forjado oxidado, es decir, brusco, duro y gratuitamente inhóspito (tipo Oteiza y otros contemporáneos), que ya empiezan a aburrirme muchísimo: forma, forma, forma y luego más y más forma ¡¡¡Uf!!!
La Fotografía:
La del fondo, la que actuaba visualmente de modo engañoso, es de un fotógrafo y pintor (José Manuel Ballester), que, como fotógrafo, se puede considerar uno de los gordos (quiero decir importante) de la actualidad de esta disciplina artística en España. Este artista (sin duda lo es), nunca ha sido un autor predilecto para mí (yo me quedé en la época de la nueva fotografía española de los setenta/ochenta del siglo pasado y ahora no voy a explicar por qué); ha creado una obra pulcrísima en cuanto a la realización, impecable, diría, e innovadora por sus soportes y monumentalidad, pero fría como el hielo. No, eso a mí me interesa poco. Sin embargo, la obra que se encontraba colocada en el Jardín de las Esculturas (paisaje en perspectiva de las tablas de Daimiel), me gustó mucho, de hecho, la fotografié, porque creaba un efecto visual engañoso en relación con el entorno, ya que parecía que el jardín, de pronto, se convertía con naturalidad en lo que representaba la fotografía. Afortunado montaje que conecta directamente con el planteamiento de Hiroshi Sugimoto, de la introducción.

Pepe Fuentes ·