15 DICIEMBRE 2023

© 2017 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2017
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ACROS 100 (50)
Fecha de diario
2023-12-15
Referencia
8368

LOS DÍAS 75
Jueves, treinta de Noviembre de 2023

Diez y media de la mañana, acabo de entrar por la puerta de un paseo que no me ha sido ni largo ni corto. He circunvalado la ciudad. Cuando he cerrado la puerta tras de mí he sentido un gran alivio sabiendo que no iba a salir de mi casa en lo que quedaba de día, hasta mañana. Es más, nadie me llamaría y yo no tenía a quién llamar (tampoco me apetecía hacerlo). Ese estado de cosas y de ánimo está bien porque es el que es y no otro. Me conformo.
Mañana haré lo mismo. El sábado, como novedad, me desplazaré al pueblo embarrado donde vive Naty a recoger a Mi Charlie, que me esperará emocionado y no sé por qué, porque le doy una vida insulsa la semana que vive conmigo, pero Mi Charlie me quiere.
Son curiosos e increíbles los sentimientos y la fidelidad de los animales, al menos de los perros: hacia quienes ellos han señalado como dueños mantienen una lealtad afectiva por encima de todo; para ellos eres la persona que le ha tocado de por vida y para siempre. Las uniones de los seres humanos son infinitamente más precarias e inestables; por eso queremos tanto a los perros, supongo.  Nunca te abandonarán y nunca te cambiarán por nadie, aunque ese alguien les pueda tratar mejor. En ese sentido al menos, su nobleza y fidelidad es muy superior a la que pueda mostrar un ser humano. Probablemente es porque les falte sentido crítico, supongo. Los humanos no nos merecemos tanto.
Sigo con la predicción del futuro inmediato: el sábado, después del paseo con Mi Charlie y mi obligada visita al Súper, haré lo que hoy, recluirme en mi casa hasta el día siguiente; y el domingo igual, y la semana siguiente toda, igual e igual, y así todos los días, hasta el último. No espero novedades. Eso es bueno para mí, espero, al menos tan bueno como lo siento hoy. Ahora, la clave ya solo reside en no sentir dolor físico.
Ayer, a las ocho de la tarde, vino a casa mi amigo Ángel y juntos comimos una estupenda tortilla (me salió bien) y vimos fútbol (nuestro equipo ganó holgadamente).
Hablamos de diversos asuntos de nuestro interés: La vejez y de residencias para viejos en formato de apartamentos independientes, alternativa vivencial, a priori, interesante para mí (*); de la soledad (especialmente de la mía); del sexo y su ausencia (especialmente en mi caso); de mujeres, a las que seguimos deseando, pero que cada día nos gustan menos; de fútbol, de política española, argentina, europea; de literatura; de series de TV; de nuestra ciudad y de sus muchos adictos, generalmente gentes sosas (se confiesan capaces de enamorarse de las piedras, y lo hacen); del irracional sectarismo suicida de la izquierda “progresista” que nos llevará a la ruina (esas gentes se han revelado como profundamente inmorales); de literatura, no hay nada mejor que vivir en una ensoñación literaria); de la maldita corrección “política” que nos está entonteciendo a todos; de la animadversión visceral que sentimos hacia los tontos y como son muchos nos vemos obligados a extremar las precauciones… y de algunas cosas más de las que ya no me acuerdo,  De lo que sí me acuerdo es que reímos y nos dimos la razón absolutamente en todo, lo que nos puso muy contentos. Mi amigo Ángel se fue a las doce y yo me acosté…
(*) Será inmediatamente después de que Mi Charlie falte (yo siempre le seré fiel, nunca lo abandonaré). Mi plan se me ocurrió el otro día, inesperadamente (me sorprendió mucho la ocurrencia), que significará que me instalaré en una residencia estable (plan de futuro a largo plazo), a ser posible que se asemeje a la vida del sanatorio de La montaña mágica, pero sin tuberculosis (oh, la literatura, siempre la literatura, no hay nada mejor que vivir en una ensoñación literaria). Cuando eso suceda, tiraré la llave de mi vida al río y el mundo todo, con su inteligencia artificial pegada a su culo, se puede ir a hacer puñetas.
Idea posterior a la debacle que supondría la mudanza anterior:  irme al caribe a participar en alguna revolución pendiente; sí, pero si es erótica, mejor. Es lo que me recomiendan mis amigos, y ellos me quieren bien.
La Fotografía:  Caracterización premonitoria de la cara y expresión de un futuro residente geriátrico (independiente, eso siempre, porque si no sería una cárcel y eso no me conviene) en el momento de ingresar en su paraíso literario terminal.

Pepe Fuentes ·