LOS DÍAS 82
Lunes, veinticinco de Diciembre de 2023
“NAVIDAD. Día apartado para consagrarlo a la glotonería, la bebida, la sensiblería, la recepción de regalos, la estupidez en público, y quedarse en casa”. Ambrose Bierce
A mis diez años yo aspiré a ser un niño normal, lo que luego, con el paso del tiempo, me habría convertido en un hombre normal y ahora en un viejo normal.
Aquello salió mal. Lo que hice con entusiasmo a los diez años: poner un árbol de navidad adornado en mi casa (la de mis padres), ya no volvió a suceder nunca más.
De lo que dice Bierce, nada será así hoy, salvo lo de quedarme en casa.
Tres de mis amigos (solo tengo cuatro), celebrarán comidas o cenas familiares multitudinarias, entre veinte y treinta personas ¡¡¡increíble!!! Yo anoche cené solo y también comeré solo hoy. Prefiero eso, sin duda.
Todo está mejor que bien en mi vida ahora (solo aparentemente, porque estoy aplicando la plantilla de –todo está bien-; pero tengo algunas más, de otros colores y texturas).
Mi proyecto de alcanzar la felicidad, del que vengo escribiendo últimamente, progresa adecuadamente, y la prueba es que he adoptado especialmente para hoy lo que dice Jean Paul Sartre: “Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace”.
A ver, no quiero que esto resuene como frustración reconvertida, no, que va, en el caso de hoy, siento ambas acepciones de la frase: hago lo que quiero y quiero lo que hago. Mayor perfección, imposible.
La Fotografía: “Una noche habrá que adormecer para siempre a la gente feliz, mientras duermen, os lo digo yo, y acabar con ella y su felicidad de una vez por todas. El día siguiente no se hablará más de su felicidad y habremos conseguido la libertad de ser desgraciados cuanto queramos…”. Louis Ferdinand Céline