LOS DÍAS 9.2
Matusalén visita la Casa Museo de El Greco, en Toledo
Viernes, doce de enero de 2024
…En la taquilla me preguntaron si era benefactor de algún descuento; dije que sí, seguro, porque era Matusalén. Una mujer madura que estaba por allí, como supervisando algo que no era nada que yo pudiera ver, dijo muy cortés y simpática que no lo aparentaba. Nada más oír eso, le di las gracias a la vez que me puse muy contento (lo mismo quería ligar conmigo, pero me hice el desentendido).
No me cobraron nada (vengo observando que a mí y a los de mi calaña ya no nos cobran en ninguna parte, museos y sitios así se entiende, y no puedo decir que me guste, solo falta que nos lleven protectoramente del brazo asistentes sociales o psicólogos, como si fuéramos imbéciles o impedidos, mientras duermen a pierna suelta al caminar). Preferiría un trato como a todo el mundo, maldita sea, y que los privilegios por edad o cualquier otra ocurrencia conmiserativa se la metan por dónde mejor les venga.
No sabía qué me iba a encontrar (bueno, la exposición de la galería de los apóstoles, si lo sabía).
A propósito de El Greco:
Creta, le dio la vida y los pinceles, Toledo, mejor patria
donde empieza a lograr con la muerte eternidades”. Fray Hortensio Felix Paravicino
Recorrí con suma atención las representaciones de los apóstoles, que me gustaron, cómo no. Sus miradas, como si todos hubieran visto a Dios, y sí, lo habían visto y el Greco entendió bien esa experiencia de todos ellos, desde su propio misticismo.
El claroscuro de los fondos, el sutil movimiento expresivo en sus cuerpos y, sobre todo una interpretación de la técnica y concepto del retrato, directo y en intimista comunión con la experiencia del retratado…
La Fotografía: Gregorio Marañón hizo un estudio fotográfico, recogido en su obra sobre El Greco y Toledo, comparando retratos contemporáneos (1956) de internos del Nuncio Nuevo de Toledo, con los retratos de los Apóstoles expuestos en el Museo. El parecido es asombroso, pero, no obstante, Marañón es de la opinión, más bien, que se debe a características morfológicas de la zona geográfica, matizadas, eso sí, por la mirada mística propia del pintor.
“No he querido disfrazar de apóstoles, a los actuales inocentes, sino mostrar que son los mismos en la morfología y en la exaltación expresiva”. G. Marañon.
“Los locos del Nuncio (el manicomio) de Toledo, pudieran haber sido los modelos de los apóstoles de Theotocópuli. No hay que decir que la hipótesis del astigmatismo no aclara el problema, porque, además de otras razones de pura óptica, no se trata de meras deformaciones morfológicas en los santos del Greco, sino de un expresionismo que, voluntariamente, y por razones rigurosamente espirituales, tradujo el gran artista, en una representación dinámica, en una vibración alargada de las figuras celestes; en lo que pudiera llamarse una pintura ascensional, y no en un simple alargamiento estático de estas figuras”. Bartolomé Cossío